La abogada de inmigración de origen nicaragüense y concejal de Ciudad de Doral en Miami, Maureen Porras, expresó este lunes que la nueva disposición migratoria del gobierno de Estados Unidos en relación al parole humanitario para nicaragüenses es algo temporal y “no es una solución perfecta” para la ola migrante de Nicaragua y otros países de la región sumergidos en crisis sociopolíticas y económicas.
En entrevista con La Mesa Redonda, Porras explicó que el parole humanitario que muchas personas lo llaman visa humanitaria, “esencialmente es un permiso para entrar a los Estados Unidos legalmente, con autorización usualmente de uno a dos años y también otorga la habilidad de poder tener un permiso de trabajo” en ese país.
El proceso de permanencia temporal permitirá que mensualmente hasta 30 mil personas de Nicaragua, Cuba, Haití y Venezuela ingresen a Estados Unidos vía aérea.
“Hay un cupo de 30 mil al mes, de las cuatro nacionalidades y eso se puede llenar muy muy rápido… No hay muchos números, espacio para muchas personas o eso es lo que estamos viendo actualmente. El anuncio no es sinceramente una solución real… En mi opinión no es una solución perfecta, pero sí vemos esos cambios que no existían cuando iniciaron el programa de los venezolanos”, declaró la abogada.
Porras insiste que el programa migratorio anunciado la semana pasada “no es suficiente y que “sería bueno tener una expansión del TPS para que aplique a las personas que están entrando y que han entrado desde el mes pasado (a Estados Unidos)”.
“Necesitamos extender la clasificación (del TPS) y las personas, porque todavía tenemos condiciones en Nicaragua que no dan a que las personas regresen a Nicaragua”, comentó.
No obstante, aclara que el TPS también es “temporario”, por lo que actualmente “no hay una solución permanente”.
¿QUÉ SOLUCIONES EXISTEN?
A juicio de la abogada, hay varias cosas que todavía se tienen que hacer. “Creo que a un nivel más alto necesitamos una reforma real, una reforma que va a tener que pasar a través del Senado, el Congreso porque todo esto es temporario”, indicó.
“Necesitamos una reforma real, una reforma permanente, pero de nuevo, eso va a requerir que sea bipartidista y actualmente no estamos viendo esa colaboración de nuestros representantes y senadores desafortunadamente, ni están de acuerdo en un plan donde podamos resolver y encontrar una solución permanente”, continuó.
En ese sentido propone que Estados Unidos siga aceptando a las personas que en verdad tienen un caso de persecución para optar a un asilo.
Para ello, –apuntó– se necesita traer a más adjudicadores de asilo, oficiales de asilo, jueces de asilo, para poder trabajar en todos los casos que han estado entrando, “porque ahorita hay una demora de cinco-seis años para poder aplicar y tener una entrevista con un juez o con la oficina de asilo, creo que necesitamos expandir ese servicio”.
“Todo lo que se está haciendo ahorita es temporario, lo que nos están dando es poquito”, lamentó Porras.
La abogada instó a las personas de estos cuatro países y particularmente a los nicaragüenses, aplicar al parole humanitario porque es una manera segura y legal de poder entrar al país, y así evitar los peligros de la inmigración ilegal.
“Es algo que se está ofreciendo que yo pienso que deberíamos de aprovechar, y las personas que puedan ser elegibles deberían de aplicar por estas vías si es posible lo más antes posible y así entrar y poder tener por lo menos esos dos primeros años con un estatus legal y con un permiso de trabajo también”, señaló.
“Como hemos dicho 30.000 es muy poco en mi opinión para cuatro nacionalidades y sin embargo ya está abierto el programa y me imagino que en los primeros días ya no va a haber más cupos, eso es lo que estoy esperando, lo más antes posible aplicar sería lo mejor”, añadió.
EL PROCESO DEL PAROLE HUMANITARIO
La abogada expuso que parte de los requisitos para ser elegible para este tipo de parole es tener un patrocinador, alguien que esté en los Estados Unidos y pueda cumplir con ciertos requisitos.
Comentó que el patrocinador no tiene que ser familia de la persona que se va a beneficiar, “solamente pueden ser ciudadanos americanos, residentes de los Estados Unidos o residentes condicionales. Pueden ser personas que están en los Estados Unidos con un estatus legal, pueden ser asilados, refugiados, personas con parole y también personas que tienen el TPS”.
“Esencialmente el patrocinador se encarga de asegurar que el beneficiario va a tener un respaldo financiero durante su estadía aquí en los Estados Unidos, que puede ser de dinero, darle un lugar donde quedarse, comida y esa persona tiene que demostrar que tiene el ingreso y los recursos necesarios financieramente para poder patrocinar a la persona que está afuera y que va a entrar bajo ese parole”, explicó.
Aclaró que los beneficiaros no necesariamente tienen que estar en su país de origen. “Por ejemplo, los nicaragüenses que están en Costa Rica pueden aplicar desde Costa Rica, lo que sí es que no puedes tener ningún tipo de estatus permanente en algún otro país, ni puedes tener residencia, ni doble nacionalidad porque ahí no son elegibles”, advirtió.
Para aplicar al programa migratorio, el patrocinador tiene que someter su aplicación, “va a crear una cuenta en línea por a través de la página web de inmigración, de ahí cuando aprueben esa aplicación de patrocinador, cuando ya revisen que todo califica el beneficiante tiene que abrir su propia página también y someter su información biográfica, su pasaporte, la oficina de Inmigración es la que va a revisar todos los datos, van a hacer un poco de antecedentes y de ahí le pasa el cargo a CBP que es la oficina de aduanas. Ellos se van a encargar de autorizar el permiso para viajar y para entrar a los Estados Unidos”, aseveró.
Cuando se apruebe el parole, el gobierno de Estados Unidos da 90 días a la persona para viajar. “Se tiene que hacer en esos 90 días, hay un una extensión que se puede pedir si por cualquier razón no logran entrar. Es recomendable que entren en esos 90 días porque quién sabe cuál va a ser el retraso si no lo hacen esos 90 días”, recomendó la abogada.
“Cuando entran ellos (beneficiarios) a través de este programa, le hacen las huellas y entran bajo un parole que le otorga el permiso de trabajo y lo que estamos viendo es que está llegando muy muy rápido ese permiso de trabajo”, concluyó Porras, que confirmó que los costos de viaje los paga el beneficiario.