El embajador de Uruguay ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Washington Abdala, fue quien más levantó el tono contra la dictadura de Daniel Ortega este miércoles durante la sesión del Consejo Permanente que por consenso aprobó una resolución en la que se reconoce la salida de Nicaragua de este organismo el próximo 19 de noviembre.
En su intervención, el uruguayo cuestionó que la OEA discuta este asunto solo desde el punto de vista jurídico, sin hablar de lo que pasa en el país.
“A ver, vamos a ser francos entre todos nosotros. Hay dos teorías siempre en estos asuntos. Está la teoría de lo jurídico, que recorre un camino y eso define un punto de desvinculación, pero igualmente hay algo supra-jurídico con valor más relevante, importante que hace a ese paraguas gigantesco que son los derechos humanos. Acá el debate es si el señor Ortega se sale con las de él y se va del Sistema Interamericano. No, no, no se va del Sistema Interamericano. Queda bajo el paradigma del Sistema Interamericano y va a tener que respetar las normas del derecho interamericano”, dijo Abdala.
“Si lo que en definitiva estamos resolviendo hoy es, la victoria de la huida del señor Ortega, entonces no es una buena sesión, es una mala sesión. Y yo y mi país no estamos felices”, agregó.
Abdala cuestionó todas las violaciones a los derechos humanos del régimen de Ortega, los muertos, los presos políticos y los ataques a las instituciones religiosas y sociales. “No existe en la región algo tan descomunal como lo que ha hecho el señor Ortega en ese país”, dijo.
“Ese es el señor Ortega que hoy dice que se desvincula del organismo. Y nosotros simplemente le damos el curso jurídico. No, señor Ortega, no se va a ir tan fácil de la defensa de los derechos humanos en el continente. No va a ser tan simple. No debe ser tan simple, y si fuera tan simple hablaría muy mal de nosotros. Porque ¿para qué estamos nosotros acá?”, cuestionó.
El uruguayo dijo que espera que Nicaragua vuelva a la OEA. “Yo estoy de acuerdo con que vuelva. Y que oiga lo que tiene que oír. Porque si va a venir para que tengamos solo sesiones diplomáticas protocolares y le hagamos ‘buu’, no va a alcanzar. A veces a los dictadores hay que decirles en la cara lo que son y que lo sepa todo el mundo”, concluyó Abdala.