La Conferencia Española de Religiosos (CONFER) concedió el Premio Carisma de Misión y Cooperación al obispo nicaragüense Rolando Álvarez, quien se encuentra injustamente encarcelado por el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua.
El Obispo de Matagalpa, que ayer cumplió 57 años de edad, fue reconocido en una ceremonia en España gracias a “su compromiso social, y en particular con la Iglesia de su país, perseguida”, y a “su trabajo por construir comunidades desde la justicia, la paz y la solidaridad”.
El premio para Monseñor. Álvarez fue recibido por el periodista nicaragüense exiliado Israel González Espinoza, quien dijo estar “muy orgulloso de nuestra Iglesia nicaragüense, siempre comprometida con los derechos humanos y la libertad de nuestro pueblo”.
“La Iglesia y el pueblo de Nicaragua viven hoy crucificados por el autoritarismo. Y pese a la represión, mis conciudadanos siguen decididos a luchar con métodos pacíficos para alcanzar la democracia, aunque el camino sea una vía dolorosa prolongada desde abril de 2018. El ganador de este premio CARISMA, monseñor Rolando, obispo y ciudadano judicializado y encarcelado injustamente; representa el amor, dignidad y resistencia pacífica de todo un país frente a un régimen cruel e inmoral”, expresó el periodista.
González Espinoza luego dio paso a un video mensaje grabado por Monseñor Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua que vive también exiliado en Estados Unidos.
“Es para mí un honor y un privilegio dirigirme a vosotros esta noche y aceptar el Premio Carisma que se le otorga este año a mi hermano Obispo Monseñor Rolando José Álvarez”, sostuvo al inicio de su mensaje.
Monseñor Báez recordó que el Obispo de Matagalpa “se encuentra injustamente apresado por reclamar la justicia y la verdad del Evangelio, por defender los derechos y la dignidad de las personas, por caminar al lado de los más pobres”.
“La situación que vive monseñor Rolando es un ícono de lo que vive nuestro país. El régimen brutal que domina Nicaragua desde hace algunos años como una feroz dictadura ha convertido a la nación en una gran prisión”, continuó.
Báez pidió mantener a Nicaragua y al obispo Álvarez “en la oración por su pronta liberación incondicional e inmediata y por un futuro de paz, de justicia y de libertad para nuestro pueblo”.
Monseñor Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, fue condenado en febrero pasado a 26 años y 4 meses de prisión negarse a ser desterrado de su país.