El economista nicaragüense exiliado Enrique Sáenz se refirió a las sanciones que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso esta semana a un centro de espionaje ruso y a dos empresas mineras en Nicaragua, involucradas con el régimen de Daniel Ortega. Sáenz afirmó que las sanciones “le duelen a Ortega y por eso pega gritos”.
El economista destacó que estas sanciones no son acciones aisladas, sino que forman parte de un contexto más amplio que incluye presiones políticas y económicas sobre el régimen de Daniel Ortega.
“Nicaragua y el régimen de Ortega sigue dentro del radar de los liderazgos en el congreso y cualquiera que se informe sobre la dinámica en Estados Unidos estará claramente informado de que entre republicanos y demócratas, más allá de sus diferencias, de sus pugnas, hayan tenido tiempo y circunstancia para ocuparse del régimen y de Nicaragua reafirmando el consenso bipartidista, evidentemente revelaba una preocupación de fondo y un impulso al establishment norteamericano sobre el régimen de Ortega y Nicaragua”, valoró.
Las tres entidades sancionadas son: el Centro de Capacitación del Ministerio del Interior de Rusia en Managua (RTC), Compañía Minera Internacional, Sociedad Anónima (COMINTSA), y Capital Mining Investment Nicaragua, Sociedad Anónima (Capital Mining). Estados Unidos argumentó que busca contrarrestar la represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y sus prácticas corruptas en el sector del oro.
Para Sáenz la administración de Joe Biden “disparó con escopeta a distintos blancos simultáneamente”.
“Las sanciones le duelen a Ortega y por eso pega gritos, son las que van dirigidas a su dinero. Hasta ahora las sanciones a nivel de personas, son eso, pero cuando Ortega pega gritos, porque hasta ahora no ha habido ninguna sanción que afecte al pueblo de Nicaragua. Ninguna de las sanciones que hasta ahora se han impuesto, ha tenido que ver con el pueblo de Nicaragua y Ortega siempre aparece esgrimiendo el atentado a la soberanía y al bienestar del pueblo nicaragüense; es la confusión de los dictadores cuando están mucho tiempo en el poder, que piensan que sus intereses, incluyendo sus intereses particulares, son también intereses del pueblo”, criticó el experto.
Sáenz indicó que los norteamericanos que tienen otros niveles de información, “golpearon donde sienten que hay intereses de magnitud de la mafia en el poder”.
Sin embargo, reconoce que “las sanciones no votan gobierno, pero sí son útiles, tienen impactos políticos e impactos en erosionar las bases de sustentación de un régimen como el de Nicaragua”.
“Hay una señal clara de que Ortega no está transitando impune (sobre) este calvario que está imponiendo al pueblo nicaragüense”, zanjó.
CENTRO RUSO EN NICARAGUA
Además, Sáenz señaló la presencia rusa en Nicaragua, destacando la formación de policías centroamericanos en el centro de espionaje sancionado.
“En este caso el foco político más que económico en este instituto de presunta capacitación tiene varias dimensiones. En primer lugar colocar en la agenda de las relaciones entre Estados Unidos y el régimen y Nicaragua; el tema de la presencia rusa, incluso en la ley Renacer hay una mención a analizar la presencia rusa en Nicaragua mediante informes que no se han dado a conocer”, anotó.
En ese sentido, destaca que la sanción al centro ruso en Managua “es un mensaje también para Centroamérica, porque han aparecido fotografías, informaciones de que policías de otros países Centroamericanos también han recibido entrenamiento en ese centro”.
“Evidentemente es en la represión donde se concentra el entrenamiento y no en cuestiones sofisticadas de investigación de tráfico de dinero”, afirmó.
ORTEGA Y SU “GALLINERO DE LOS HUEVOS DE ORO”
También habló sobre el negocio del oro en Nicaragua, resaltando discrepancias entre la producción y exportación que sugieren posibles irregularidades, como el lavado de dinero.
“Hay un tema bien turbio, no se necesita ser economista ni muy entendido en números para percatarse, simplemente entrás a los datos de producción de oro del Banco Central en términos de volumen y en términos de precio, y en otro sitio del Banco Central las exportaciones de oro y ¿qué te encontrás? un milagro, que Nicaragua exporta más oro que el que produce”, aseguró.
“Lo normal es que vos produzcas más y exportes menos, porque una parte se queda en el mercado interno, que exportés más de lo que producís, tendríamos que llegar a la conclusión que Ortega encontró no una gallina de los huevos de oro, sino que un gallinero de los huevos de oro”, añadió.
Saénz detalló que Nicaragua exportó en el 2020, 185 millones de dólares; en el 2021 pasó a 276 millones de dólares; y en el 2022, 277 millones; pero en el 2023 saltó a 304 millones de dólares.
“Aquí hay un una brecha que resulta inexplicable, turbia, porque cómo vas a vender más huevos de lo que ponen tus gallinas. Una de dos, o esos huevos lo está agarrando de otro lado y los pones como que lo está exportando, o esto es lisa y llanamente una operación de lavado de dinero”, aseveró el economista.
RESTRICCIÓN DE VISAS
Esta misma semana, Estados Unidos emitió más de 250 restricciones de visa para igual número de funcionarios orteguistas, entre policías, paramilitares, fiscales y jueces, quienes apoyan al régimen Ortega-Murillo en sus ataques a los derechos humanos y las libertades fundamentales en Nicaragua.
Al respecto, Sáenz considera que aunque esto no tenga un impacto inmediato, forma parte de un proceso gradual para socavar los pilares de la dictadura.
“Lástima que no se conocen los nombres, esas son políticas en el caso de Estados Unidos, pero realmente ha sido bastante chocante ver a jerarcas de la dictadura paseándose por el Dolphin Mall (Miami-Dade) de compras, porque no tenían ninguna restricción para ir a disfrutar de los frutos del imperio”, expresó.
“Este despojo de visas tal vez no tiene un impacto de moledor, pero sí también está en la ruta de ir socavando o erosionando los pilares de sustentación de la dictadura”, concluye Sáenz.