La activista nicaragüense Haydée Castillo recibió el domingo 9 de junio, el reconocimiento internacional Acampa por la Paz por la defensa de los derechos humanos 2024. La entrega del premio fue en España.
Tras recibir el galardón, Castillo agradeció a Acampa por “acoger a través de este reconocimiento no solo mi modesto aporte a la defensa de los derechos humanos y a la búsqueda de la paz, sino acoger a mi dolida y valiente Nicaragua”.
“Nací es un país que ha sido teatro de todo tipo de acontecimientos en su búsqueda por libertad, autodeterminación y soberanía. Un país que bien vale la pena verlo en un espejo y tenerlo como referencia de estudio y práctica para reflexionar como humanidad y cuestionarnos el camino que llevamos. En ese pedacito de tierra ubicado en el centro del istmo centroamericano y bañado por dos mares, hemos conocido desde terremotos, erupciones volcánicas y huracanes. Pero también rebeliones llena de sueños y esperanzas”, expresó la activista.
“Nicaragua, Nicaragüita, de nuevo le grita al mundo, que volvió el odio, la infamia y la mentira, que nuevamente la fiera renace como dictadura, ya no la de los Somoza, sino la de Ortega Murillo. Quien descaradamente en nombre de la soberanía ha asesinado a más de 300 personas que luchaban solo con su voz y su bandera patria, ha encarcelado a más de 2000 personas, viola, tortura, reprime, infunde el terror, se come a sus propios hijos, desaparece a opositores”, añadió.
Castillo aprovechó para denunciar que en Nicaragua, existe una dictadura que “nos destierra, nos despoja de nuestra nacionalidad, nos mata civilmente, nos desaparece de los registros de nacimiento, roba las universidades, las ONGS, las empresas, mata a los guardabosque y obliga a miles al desplazamiento forzoso”.
“Comete tantos crímenes de lesa humanidad que necesitaríamos años para narrar tanta barbarie. Una barbarie que a la fecha sigue en total impunidad”, lamentó.
“Cuando yo veo la historia de mi pueblo, de mi Nicaragua, veo en él, ese espíritu irredento que necesitamos en el mundo, de nunca renunciar a ser él, con él, con su dignidad y la de todos los pueblos del mundo. Nadie puede solo o sola, el mundo no es solo lo material. Recobremos el disfrute de tomarnos de las manos por solo el hecho de ser personas, del encuentro, de la convivencia”, dijo Castillo.