Estados Unidos envió este lunes una delegación a la 54 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Paraguay, que tiene como objetivo impulsar el apoyo a la misión de seguridad que debe desplegarse en Haití y condenar las violaciones de los derechos humanos en Nicaragua.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien estuvo presente en las dos anteriores asambleas generales en Lima y en Washington, no viajará a Asunción. Lo harán en su lugar el subsecretario de Estado Richard Verma y el encargado para América Latina, Brian Nichols.
En el caso de Nicaragua, Washington tiene como prioridad, la aprobación de una resolución que urge al dictador Daniel Ortega, a que “cese toda la violación a los derechos humanos” y que restaure los derechos de los opositores que fueron despojados de su nacionalidad.
La 54 Asamblea General de la OEA, que se llevará a cabo desde este miércoles al viernes en Asunción, es la primera desde que Nicaragua abandonó formalmente el organismo panamericano en noviembre pasado.
Estados Unidos, el mayor donante de fondos de la OEA, también presionará para que los Estados miembros paguen a tiempo sus cuotas para el organismo, que desde hace años afronta problemas de liquidez.
Durante la asamblea, los países comenzarán a dialogar sobre el sucesor del secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, cuyo mandato concluye en 2025. El único que se ha postulado de momento es el canciller de Surinam, Albert Ramdin.
El secretario adjunto del Departamento de Estado para América Latina, Brian Nichols, dijo la semana pasada a EFE que Estados Unidos “no tiene un candidato particular en mente” pero quiere que el próximo secretario general sea alguien “comprometido con la organización y que pueda interactuar de manera efectiva con los líderes del continente”.
Ante las críticas de algunos Gobiernos de izquierda sobre el rol de la OEA y la influencia que tiene Estados Unidos en el organismo, Nichols reivindicó que la organización juega un “papel muy valioso” en la defensa de la democracia en el continente, unos valores en los que todos los Estados miembros se han comprometido.
*Con EFE