La dictadura de Daniel Ortega a través del Ministerio del Interior (MINT), canceló este jueves 29 de agosto a 169 organismos en Nicaragua, entre estas destaca la Iglesia Morava de Nicaragua, religión que practican las comunidades de la Costa Caribe de Nicaragua.
Mediante un decreto publicado en La Gaceta, diario oficial de Nicaragua, la ministra María Amelia Coronel Kinloch, aprobó la “Cancelación de Personalidad Jurídica y Registro de 169 Organismos sin Fines de Lucro, por estar en incumplimientos a las Leyes que los regulan”.
La dictadura argumentó que los organismos supuestamente “han incumplido con sus obligaciones conforme marco normativo, ante la Dirección General de Registro y Control de Organismos sin Fines de Lucro, ya que no reportó por períodos de entre 02 hasta 30 años sus Estados Financieros conforme periodos fiscales, con desgloses detallados de ingresos y egresos, balanza de comprobación, detalle de donaciones y sus Juntas Directivas”.
Las oenegés afectadas son de asociaciones de ganaderos, iglesias evangélicas, excombatientes, entre otros.
La Iglesia Morava de Nicaragua, fue fundada en 1849 por misioneros moravos de Alemania, constituyéndose como una de las iglesias más antiguas de esa zona. En Nicaragua está ubicada en Bluefields, la capital de la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur.
Los misioneros moravos sirvieron como maestros y doctores, construyeron iglesias, escuelas, hospitales y centros de salud.
Actualmente cuenta con aproximadamente 110 mil feligreses solo en el Caribe Norte en su mayoría indígenas miskitu, mayagnas y afrodecendientes.
Persecución contra la Iglesia Morava
En julio pasado, la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional expuso durante una audiencia que en Nicaragua, además de la persecución contra la iglesia católica y evangélica, también hay ataques a la Iglesia Morava, cuya fe profesan comunidades indígenas.
“La Iglesia Morava jugó un papel fundamental en el apoyo a las comunidades indígenas y es víctima de la persecución desatada por el régimen. Entre las comunidades indígenas y afrodescendientes, la religión principal es el protestantismo moravo”, denunció la líder mískitu exiliada Anexa Alfred.
La represalia contra la Iglesia Morava en particular está vinculada a las violaciones sistemáticas que viven las comunidades indígenas y afrodescendientes, la persecución, la criminalización, el destierro, la desaparición forzada, masacre y desplazamiento forzado por la invasión de sus tierras y el saqueo de los recursos naturales.
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