Hacer periodismo en Nicaragua se equipara a cometer un “delito de terrorismo”, denuncia el periodista nicaragüense Carlos Fernando Chamorro, que se exilió en Costa Rica ante las amenazas sufridas por ejercer un periodismo independiente en su país.
“En Nicaragua hacer periodismo equivale a que el régimen le fabrique a una persona el supuesto delito de terrorismo e incitación al odio”, declaró en una entrevista a EFE en Madrid, al hablar de la censura impuesta por Daniel Ortega.
En los último años, el régimen orteguista “suspendió y confiscó varios medios de comunicación independiente” y “cerró universidades” dedicadas a la enseñanza del periodismo, como la sede de la Universidad Centroamericana en Nicaragua, ya que “es un crimen hacer periodismo” o “emitir una opinión” en el país centroamericano, continúa.
Hijo de la expresidenta Violeta Barrios y del editor del diario La Prensa Pedro Joaquín Chamorro -asesinado en 1978, durante la dictadura de Anastasio Somoza-, Chamorro simpatizó con el sandinismo en una primera etapa pero pronto se distanció y terminó por exiliarse en 2021 en Costa Rica, donde dirige la publicación online Confidencial.
El periodista, que ha participado esta semana en Madrid en un foro sobre Centroamérica organizado por la Casa de América, lamentó que esta “criminalización de la libertad de prensa y expresión” ha propiciado que en Nicaragua solo se pueda hacer periodismo “desde el exilio”.
Más de 270 periodistas nicaragüenses se han exiliado, según el último informe elaborado por la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED).
Ante la falta de “protección y garantías” de derechos de los periodistas en Nicaragua, Chamorro defiende “una implicación” del periodismo internacional en la crisis de su país, “empezando por la prensa centroamericana”, que debe “poner en el radar” de la opinión pública “la historia de resistencia silenciosa” del país.
“Lo fundamental es que la prensa internacional siga contando la historia de Nicaragua” para evitar “que se normalice y que se acepte” la situación de censura, anotó.
Una crisis de censura que, afirma, afecta también a los ciudadanos nicaragüenses “en su derecho a la libertad de expresión individual”.
Apoya a La Mesa Redonda
Nuestro compromiso con nuestras audiencias se basa en el pluralismo, la participación activa de todos los sectores y el diálogo constante. Analizar la información de manera independiente, alcanzar estos postulados, especialmente en condiciones de exilio, es cada vez más desafiante, pero esencial para contrarrestar la narrativa mentirosa de la dictadura Ortega-Murillo. Por eso, cada vez que un seguidor nos apoya, sentimos que no estamos solos en esta importante misión.
La Mesa Redonda es un medio de comunicación digital nicaragüense, que proporciona a la ciudadanía información nacional e internacional de los acontecimientos que más impactan en la sociedad. Además, expone mediante entrevistas, análisis en temas de interés político, económico y social, para que la audiencia cree sus perspectivas.