La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) incluyó a Nicaragua en su “Informe Anual 2023”, debido a las graves violaciones a la institucionalidad democrática y a los derechos humanos cometidos por la dictadura Ortega-Murillo, en el contexto de una crisis prolongada que se ha intensificado desde 2018.

“Por sexto año consecutivo, la CIDH incluyó a Nicaragua en el capítulo IV.B de su #InformeAnual2023, señalando graves violaciones a la institucionalidad democrática, conforme a la Carta Democrática Interamericana”, informó la CIDH en sus redes sociales.

El capítulo IV.B del informe analiza la crisis de derechos humanos en Nicaragua, evidenciada por el quebrantamiento del orden constitucional y democrático.

“Para la inclusión de Nicaragua en este capítulo, la CIDH tomó en cuenta la persistente falta de voluntad del Estado nicaragüense para superar la crisis social, política y de derechos humanos que afecta al país, evidenciada en la ausencia de una reforma integral de las instituciones estatales, el aislamiento de la comunidad internacional, la falta de cumplimiento de las recomendaciones de la CIDH y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), así como la falta de acciones para propiciar un diálogo inclusivo, amplio y efectivo para el restablecimiento del Estado de derecho y los derechos humanos de la población”, reza el informe.

Según la CIDH, la situación se ha agravado tras la “reelección” de Daniel Ortega en 2022, la cual se dio en un clima de represión y fraude electoral. Desde entonces, el país ha visto una creciente concentración del poder la familia Ortega-Murillo, lo que ha debilitado las instituciones democráticas.

Desde las protestas de 2018, que surgieron como respuesta a reformas en la Ley de Seguridad Social, la CIDH ha documentado un patrón de violaciones a los derechos humanos.

La CIDH reporta que más de 2,000 personas han sido detenidas arbitrariamente desde el inicio de la crisis, con un contexto de impunidad que perpetúa el miedo y el control en la población.

El informe subraya que, en 2023, el régimen ha continuado implementando tácticas represivas, que incluyen la privación arbitraria de la nacionalidad como medida de castigo para líderes sociales y opositores.

Al menos 317 personas han sido despojadas de su nacionalidad nicaragüense, en lo que la CIDH califica como una estrategia de represión política.

A pesar de las denuncias y recomendaciones de la CIDH y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el régimen nicaragüense ha mostrado una persistente falta de voluntad para abordar la crisis de derechos humanos. La CIDH destaca que el país enfrenta una crisis política, social y económica, con más de 250,000 personas desplazadas forzosamente desde 2018.

El informe también incluye a Cuba, Venezuela, Guatemala, Brasil, El Salvador y México, donde persisten desafíos significativos en la protección de los derechos humanos.

El Informe Anual de la CIDH es un instrumento de referencia regional que compila la situación de los derechos humanos en el hemisferio, el cual presenta los avances y desafíos de los Estados miembros de la OEA en la materia; y expone los logros institucionales, el trabajo y actividades realizadas por la Comisión para garantizar y proteger los derechos humanos de todas las personas en la región.