Según el régimen de Daniel Ortega las muertes por COVID-19 en Nicaragua han disminuido sostenidamente durante las últimas semanas, tomando en cuenta que el Ministerio de Salud (MINSA) reportó que del 1 al 7 de septiembre solo tres nicaragüenses fallecieron a causa del nuevo coronavirus, uno menos que en las dos semanas anteriores.
Datos anteriores del MINSA reflejaban entre ocho y nueve muertes semanales, y de solo tres y cuatro en los últimos informes. Al mismo tiempo que anuncian un descenso en los contagios, con nuevas 150 infecciones durante la última semana.
Hasta la fecha, el MINSA reporta 144 muertes por la pandemia, aunque el reporte oficial dista mucho del reporte del independiente del Observatorio Ciudadano COVID-19, que hasta el 2 de septiembre reportaba 2.699 muertes vinculadas al COVID-19, y epidemiólogos como el doctor Álvaro Ramírez siguen expresando desconfianza en las cifras oficiales.
“En este momento, lo que uno puede decir es que hay una reducción de la expresión clínica severa”, dijo Ramírez a la Voz de América.
“No hay muchos casos severos, la mortalidad se está dando, pero a menor nivel, y está la alerta epidemiológica siempre vigente, porque se están aumentando los casos en las comunidades y jóvenes por lo que no se han incrementado las demandas hospitalarias”, agregó.
En tanto, desde la Unidad Médica Nicaragüense se reportó una disminución de hasta el 50% en los registros de llamadas de pacientes que solicitan consejería o atención en caso de presentar sintomatología de COVID-19.
El Observatorio indicó recientemente que con las variaciones de las cifras, aunque menores en relación con períodos anteriores, “persiste el riesgo de contagiarse y que no se deben relajar las medidas de protección y prevención”.