A tres semanas del fraude de Maduro y el robo de las elecciones venezolanas, la comunidad internacional se ha esforzado en decenas de llamados, pronunciamientos, iniciativas de repetir elecciones, pedir presentación de actas, respeto a derechos humanos y a un estado de derecho, negociaciones para transición, exigencias de transparencia, y muchos propuestas de países, OEA, ONU, Unión Europea, etc. pero ninguna de estas peticiones va a dar resultado porque de lo que se trata en el fondo es de unas garras que no quieren soltar a Venezuela por intereses económicos y estratégicos de largo plazo de las mafias y el crimen organizado que dominan en Venezuela, y que están consolidando alianzas con las mafias rusas y chinas, casi los únicos países que han reconocido a Maduro.
Estas poderosas mafias no entienden de soberanía popular, sufragio electoral, legitimidad democrática, estados derecho, leyes internacionales, estándares de elecciones libres, respeto a la voluntad popular, y otros valores democráticos. Es que como que a un ring de boxeo con feroces peleadores se quiera meter a competir un jugador de ajedrez.
¿Entonces qué hacer? Considero que sólo una iniciativa de coacción o de fuerza, nacional o internacional, puede expulsar a esta dictadura y las mafias que la sostienen. Soluciones de fuerza que pueden venir de las mismas fuerzas que sostienen a Maduro, ejército, policía, motorizados armados, o pueden venir de fuerzas internacionales, cascos azules de la ONU, fuerzas de paz de Estados Unidos y países o aliados, u otra iniciativa que sea superior a la fuerza que sostiene a Maduro, ¡Que sea superior! Lo demás se quedará en discurso, y esa dictadura seguirá destruyendo a Venezuela y sus ciudadanos hasta las cenizas.
El tema es que esas mafias no van a soltar al país que tiene las mayores reservas del planeta de petróleo, oro, diamantes, níquel, y una serie de minerales nobles que servirán en las próximas décadas para hacer computadoras, teléfonos ultra inteligentes, etc. como es el titanio, el torio, el rodio y otros, reservas que están hoy bajo control de las mafias venezolanas que representa Diosdado Cabello en el poder político, y que están consolidando esas alianzas extrarregionales con esas dictaduras mundiales de Rusia y China, y otras. Maduro es un simple títere con el que el mundo discute de transparencia, actas, procesos electorales, etc. cuando debajo del mar que vemos, el asunto es mucho más serio y profundo.
Sólo una fuerza superior a la de esa dictadura podrá liberar a Venezuela de esa mafia que en 25 años ha destruido Venezuela, su economía, y hecho huir del país a 8 millones de venezolanos que buscan por todo el mundo una forma de tener una vida digna de seres humanos.
16 de agosto de 2024.
José Dávila
Nicaragüense. Licenciado en Economía, con estudios de posgrado en desarrollo y planificación económica. Catedrático en la Universidad Thomas More, Managua, en Relaciones Internacionales y Diplomacia. Exembajador de Nicaragua en Alemania. Exdirector del INCEP, Guatemala.