La Plataforma Unitaria donde se aglutina la oposición venezolana enfrenta en estas semanas un riesgo a sus opciones de triunfo en la elección presidencial del 28 de julio, al tener pocos espacios para postular a su candidata entre un mar de opciones que pudieran confundir al elector desinformado sobre el trasfondo político de las opciones en el tarjetón.
Mientras se está a la espera de la publicación del Consejo Nacional Electoral de la lista de partidos habilitados para postular candidatos, sólo existen dos tarjetas válidas para postulaciones de la llamada oposición tradicional, representada en la Plataforma Unitaria y la Gran Alianza Nacional (GANA), que impulsa María Corina Machado, ganadora de la primaria de octubre.
El partido Un Nuevo Tiempo, fundado por el gobernador del estado Zulia y candidato presidencial en 2006 contra Hugo Chávez, Manuel Rosales, y la Mesa de la Unidad Democrática, “la de la manito”, como se conoció cuando la oposición ganó ampliamente las parlamentarias en 2015, son las únicas tarjetas con que podrían presentar candidatos.
Este número de tarjetas (sólo dos) es incluso menor que el potencial de participación en las elecciones del 2018, cuando la oposición se abstuvo de participar, según el politólogo y educador Guillermo Tell Aveledo.
“Esto muestra lo restrictivo del escenario político presente”, dijo el analista, quien advirtió sobre “el riesgo real” de que alguna de esas tarjetas quede inhabilitada más adelante, por sentencia judicial o alguna decisión administrativa.
Luis Ratti, que presidió entre 2013 y 2016 un frente político chavista, introdujo este lunes un recurso de nulidad contra la tarjeta de la Mesa de la Unidad. Según él, esa tarjeta “no es un partido político” y representa a militantes de tres partidos, lo que sería a su entender una “doble militancia”, prohibida por la ley.
La tarjeta de la MUD no estaba habilitada para la última elección presidencial, en 2018, y UNT no participó.
El plazo para postular candidatos inicia este jueves 21 y cierra el lunes 25 de marzo. Las candidaturas firmes no estarán certificadas sino en abril, sin embargo, de acuerdo con el periodista especializado en elecciones Eugenio Martínez. Es posible que algunos partidos postulen candidatos en estos días para luego, dentro del plazo correspondiente, sustituir sus apoyos.
Fuerza Vecinal y “la mayoría opositora”
El movimiento político encabezado por Machado, Vente Venezuela, no es reconocido oficialmente como partido y varios de sus dirigentes han sido detenidos por una presunta conspiración para generar violencia en el país, según denunció la fiscalía general.
Ricardo Ríos, politólogo y presidente de la firma consultora Poder y Estrategia, cree “improbable” que se elimine la tarjeta de Un Nuevo Tiempo, por considerarlo un partido que ha formado parte de acuerdos políticos para integrar el poder electoral.
Fuerza Vecinal, un partido fundado por alcaldes antichavistas y que lanzó candidatos distintos a los de la Mesa de la Unidad Democrática en las regionales de 2021, es otro movimiento que pudiera jugar un rol clave.
Esa organización, que alcanzó más de 400.000 votos, 10 alcaldías y una gobernación en los comicios de hace tres años, anunció que apoyaría con su tarjeta “donde sea útil a la mayoría opositora en Venezuela”.
Gustavo Duque, uno de sus máximos voceros y alcalde de Chacao, en Caracas, hizo votos esta semana porque se logre “un único candidato o candidata que logre inscribirse” y que tenga el respaldo “absoluto” de los venezolanos.
Al menos una decena de candidatos disidentes o apartados de la oposición tradicional han expresado su deseo de postularse a la presidencia de Venezuela, algunos con sus partidos propios y otros a través de las tarjetas de partidos intervenidos judicialmente.
Liderazgos individuales, más que tarjetas
Doriam González, politólogo, explica a la VOA que los líderes políticos en Venezuela “han estado por encima de las tarjetas de sus partidos” en las elecciones de las últimas décadas.
Destaca cómo las tarjetas que en algunos años “se repartían” los liderazgos de políticos como Henrique Capriles Radonski, Leopoldo López, Henri Falcón y Henry Ramos Allup ya no están asociadas con esos nombres, pues han sido reasignadas judicialmente.
Es un proceso que han denunciado como la “judicialización” de partidos: sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que han dejado desde 2012 las direcciones y tarjetas de partidos anteriormente antichavistas en manos de críticos de la oposición tradicional.
Algunas de las organizaciones políticas afectadas son Copei, Acción Democrática (AD), Movimiento de Integridad Nacional (MIN), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP), Nueva Visión para Mi País (NUVIPA) y Bandera Roja (BR).
El politólogo Walter Molina Galdi consideró que el resto de las más de 30 tarjetas previstas para el tarjetón del 28 de julio son “directamente del chavismo, tendrán la cara de Nicolás Maduro” o son de partidos “satélite” del oficialismo para dividir al electorado o “intentar darle algo de legitimidad” al proceso. Estos últimos son los llamados partidos “trampa”.
“Lo cierto es que, así solo quede una tarjeta donde la oposición hoy liderada por Machado pueda poner a su candidato, será suficiente para vencer en unas elecciones medianamente competitivas. El reto está allí”, dijo Molina a la VOA.
Tell Aveledo, por su parte, duda de la efectividad actual de estrategias de ese tipo de tarjetas o partidos, también conocidos como “zombies”, que buscan “confundir” al electorado con una tarjeta que presente un nombre parecido al de otro partido para cazar votos que se asignen a otro candidato, como en las presidenciales de 2012, que la oposición perdió.
Cree que el riesgo de que haya electores confundidos o que voten “sin conciencia” por tarjetas de partidos judicializados disminuye en la medida en que se deje claro que no respaldan a Machado ni a la Plataforma Unitaria Democrática.
Además resalta que el apoyo a esas organizaciones “no se registra en las encuestas” actuales, que dan ventaja de hasta 40 puntos de Machado sobre Maduro.
*VOA