Al menos ocho organizaciones opositoras nicaragüenses, integrantes de la Plataforma de Unidad por la Democracia (PUDE), saludaron este martes 16 de mayo, la decisión de la Asamblea de Gobernadores del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) de no permitir la reelección del hondureño Dante Mossi como presidente ejecutivo de esa institución financiera internacional.
El viernes 12 de mayo, Mossi no logró la reelección al frente del organismo, tras cinco años como presidente.
Los opositores nicaragüenses pidieron “prestar atención” a la relación entre Mossi y el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, hasta que el hondureño abandone el BCIE en noviembre próximo.
Además, demandaron realizar una auditoría independiente de todo el financiamiento aprobado por el BCIE para Nicaragua, a partir del 1° de diciembre de 2018 cuando Dante Mossi asumió la presidencia del banco.
Para las organizaciones opositoras “la partida del señor Mossi del BCIE, brinda la oportunidad para una nueva relación entre el BCIE y Nicaragua, la cual debe ser enmarcada dentro las decisiones que ha expresado la comunidad internacional, particularmente las condenas por crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen Ortega-Murillo y el no reconocimiento del proceso electoral de noviembre del 2021”.
Señalaron que “será prerrogativa de un futuro gobierno democrático nicaragüense el decidir si reconocerá el pago de esos préstamos otorgados a un régimen que ha cometido crímenes de lesa humanidad”.
“Hay que prestar atención especial a la relación entre el señor Mossi y el régimen Ortega-Murillo hasta la partida del funcionario como presidente ejecutivo del BCIE en noviembre de este año. No se deben aceptar más acciones que favorezcan de forma no transparente al régimen Ortega- Murillo”, apuntaron en un comunicado conjunto.
Por ello, los opositores proponen un encuentro entre representantes de los Gobernadores del BCIE así como, con la persona que asumirá la presidencia ejecutiva de esa institución y representantes de la sociedad civil nicaragüense, “para dar acompañamiento a la política del banco en lo que respecta a Nicaragua”.
“Estaremos vigilantes a las próximas gestiones que el banco desarrolle en relación con el país y estamos en toda la disposición de apoyar en la inclusión de una política crediticia que considere el respeto de los derechos humanos de todos los países miembros de esta entidad financiera”, finalizaron.