Destacados / Nacionales · 23/02/2023

“Ortega se murió para mí”: dicen simpatizantes sandinistas desterrados

Marlon Gerardo Sáenz Cruz, conocido como el “Chino Enoc”, fue uno de los más de 200 excarcelados políticos nicaragüenses que recientemente fueron desterrados en Estados Unidos.

Sin embargo, su historia es diferente a la de los otros liberados. Sáenz era un reconocido militante del oficialista Frente Sandinista desde 1977, cuando era una guerrilla que luchaba para deponer a la dictadura de Anastasio Somoza, derrocado en 1979. Eso le valió para ocupar varios cargos en el régimen de Daniel Ortega.

Su idilio por la revolución sandinista y su admiración por Ortega duró por décadas, hasta que fue encarcelado en 2022 por criticar a la mujer de Ortega, Rosario Murillo, y decir que quería “apoderarse del partido” oficialista y destituir a la vieja militancia.

El régimen orteguista detuvo a Sáenz en mayo de 2022 y posteriormente lo condenó a casi 13 años de cárcel por los supuestos delitos de por portación de armas, y drogas, pero él dice que la razón verdadera o su “pecado” fue haber criticado a Murillo.

“Estábamos llenos de confianza en Ortega”

Estábamos llenos de revolución, de amor y confianza en Daniel Ortega. No teníamos la cabeza para otra cosa, no nos preparamos para mirar otra cosa que no fuera de esa manera, o nos prepararon para mirar de esa manera”, dice Sáenz a la VOA vía Skype desde Washington, algo impensable para él años tras, tras criticar a Estados Unidos por considerarlo “imperialista”.

De acuerdo con el exsimpatizante de Ortega, la misma Rosario Murillo le abrió los ojos con respecto al partido, y dice que lo mismo ha pasado con muchos seguidores del partido FSLN.

Rosario Murillo con su actitud, su despotismo, su nepotismo, su prepotencia… comenzó a barrer con el sandinismo histórico, y quería sustituirlo por personas, algunas jóvenes, algunas viejas, pero que fueran fieles personalmente a ella, a Daniel y a su familia, ya no fiel al sandinismo”, agrega. “Ese aislamiento hizo que me enfrentara con ella porque a ella nadie la eligió en el sandinismo”.

El “Chino Enoc procura despertar la conciencia de los que aún están dentro del oficialismo para que “despierten”.

Les hago un llamado a los trabajadores del Estado que no sean tontos, que no los estén engañando”, reclama Sáenz. “Les hago un llamado porque si aquí Daniel Ortega se va los va a dejar”, lamenta. “Abandonen ese barco, no tengan miedo”, concluye.

En la lista de 222 presos políticos excarcelados y enviados a Estados Unidos también se encuentran unas cinco personas más que eran afines al partido de Ortega y algunos se desempeñaban en diversos poderes del Estado como Roberto Larios, quien fungía como vocero del Poder Judicial, quien estaba siendo acusado de traición a la patria por supuestamente haber filtrado información a los medios de comunicación independientes.

También el exalcalde sandinista Humberto Pérez. Tanto Larios como Pérez no han hablado con medios desde que llegaron a Estados Unidos en el avión de los desterrados.

Si se cometieron abusos deben ser juzgados en su momento

De acuerdo con analistas políticos consultados por la Voz de América, Estados Unidos debe proteger a todos que han sufrido por su valiente lucha contra la dictadura nicaragüense.

No obstante algunos advierten que si “hay ex presos políticos que cometieron abusos o actos de corrupción cuando estaban alineados con el régimen, ellos deben ser juzgados en el momento apropiado”, tal y como lo señala a la VOA, Benjamin Gedan, director del Wilson Center, un centro de pensamientos con base en Washington.

Pero agrega que por ahora “lo importante es liberar a todos los presos políticos, proteger a los ex presos políticos que han perdido su nacionalidad nicaragüense, y hacer posible que los líderes de la sociedad civil, tanto en el país como en el exilio” para que tengan la capacidad para seguir defendiendo los derechos humanos del pueblo nicaragüense y luchando para la democracia.

Por su parte Jonathan Hiskey, experto en políticas latinoamericanas de la Universidad Vanderbilt en Tennessee, sentencia que todos los esfuerzos que se están realizando actualmente para acomodar a los presos políticos nicaragüenses “deben seguir siendo una prioridad principal para la administración de Biden, ya que estas personas, según todos los informes, han sufrido enormemente a manos del régimen de Ortega”.

*Con VOA