Nacionales / Salud y Vida · 07/10/2020

Pandemia del COVID-19 transforma el concepto de vivienda digna en Nicaragua

La pandemia del COVID-19 transformó el concepto de vivienda digna en Nicaragua, ya que ahora no basta una estructura con techo y servicios básicos de calidad, sino que debe ayudar a la salud y la reactivación económica, según afirmó el martes el director de Hábitat para la Humanidad en el país, Frank Matus-Aguirre.

Según Matus-Aguirre, Hábitat para la Humanidad Nicaragua ha pasado de promover viviendas dignas a poner énfasis en las “viviendas productivas”, dado el valor que una casa tiene para la economía de un país, calculado en un promedio del 13,1 % del Producto Interno Bruto (PIB), con base en un estudio realizado por el organismo a nivel global, en conmemoración de Día Mundial del Hábitat, celebrado el lunes.

Una vivienda productiva está al mando de una mujer y tiene espacio para un pequeño negocio, de acuerdo con el concepto de Hábitat Nicaragua.

Adicionalmente cuenta con mejores “condiciones de higiene y saneamiento, ventilación, iluminación, áreas de trabajo, no sólo impacta en la salud de la familia, también va a incrementar la productividad de estos pequeños negocios y generar nuevos ingresos familiares”, explicó a la agencia EFE, Matus-Aguirre.

DÉFICIT DE 957.000 VIVIENDAS

Hábitat Nicaragua, que ayer cumplió 36 años de establecida en el país, espera que una vivienda productiva permita a las familias beneficiadas, no solamente manejar de una manera más eficiente a un familiar con COVID-19, sino también aspirar a una recuperación económica en un país que, además de ser el tercero más pobre de Latinoamérica, atraviesa su tercer año consecutivo en recesión.

Matus-Aguirre advirtió que no se trata de una tarea fácil, ya que el déficit habitacional de Nicaragua actualmente es de 957.000 viviendas, y crece en 20.000 cada año, mientras que el sector privado y la inversión pública solamente logran cubrir el 25 % de la necesidad.