Opinión / Ensayos · 20/03/2024

Reflexión patriótica sobre las recientes protestas  en Cuba

El primero de enero de 1959 entraban en la Habana las fuerzas guerrilleras que marchaban desde la Sierra. Y aparecían los rostros de Fidel, Camilo y el Che, como figuras principales. Los años de oro de Cuba (la mayor de las Antillas) llamada a ser una potencia en América, se desvanecían. Tiempo después, uno murió en un accidente aéreo extraño y el otro fue ultimado en una escuelita rural de Bolivia después de haber sido capturado en un intento por exportar la revolución cubana.

En abril de 1961, dos años después de capturar el poder, Fidel declara el carácter socialista de la Revolución, termina de demoler la esperanza de recuperar la Democracia por vías pacíficas, en medio de las circunstancias  de Playa Girón.

Hay muchas razones por las cuales ese intento patriótico fracasó, pero mucho se habla de la falta de apoyo directo por parte de Estados Unidos para garantizar la victoria. Algunos historiadores izquierdista definen este acontecimiento como la primera gran derrota del imperialismo norteamericano. Realmente fue la derrota de la libertad, la paz, el progreso y la democracia del pueblo cubano.

Sin ánimo de ser hostil con los exiliados cubanos  a quienes respeto y apoyo en sus ideales de recuperar la democracia en Cuba, pero a partir de entonces se produjo una inmigración masiva de cubanos a Miami, miles y miles, que continúan llegando hasta el día de hoy. Y aquella lucha vigorosa, decidida, terca e indeclinable se redujo a actos de solidaridad desde Miami, a lobys con los congresistas americanos, a declaraciones y programas radiales disidentes, pero el tiempo ha seguido avanzando, han pasado 65 años sin realizar un intento serio por liberar a Cuba, y los  delincuentes castristas,  tienen esclavizado al pueblo cubano ante la mirada impasible del mundo entero.

65 años, significan  dos tercios de un siglo. Dos tercios de siglo de ignominia, de hambre, de represión, de dolor para millones de cubanos que han nacido y han muerto sin conocer la libertad y la prosperidad. Si los nicaragüenses no reaccionamos pronto, seguiremos este camino. Llevamos 45 años bajo la bota izquierdista del Frente Sandinista, una diáspora de tres exilios y vamos emulando el éxodo  cubano.   El Tirano Ortega declaró Socialista a Nicaragua a partir de su victoria electoral en el 2007 y nadie, nadie advirtió la gravedad de la réplica de aquella decisión Castrista-Marxista.

Ha habido varios intentos plausibles y heroicos del pueblo cubano para sacudirse el régimen comunista. Sin embargo esos intentos, han sido espontáneos, autoconvocados, sin organización y liderazgo, sin un plan específico y sobre todo aislados, literalmente aislados, sin el respaldo oportuno del mundo libre encabezado por Estados Unidos.

Aquí me detengo. Y pienso que si Estados Unidos y el mundo libre, no han podido resolver y desaparecer la esclavitud comunista en Cuba, los demás pueblos en crisis, como Nicaragua, Venezuela, Bolivia, no podemos cifrar nuestras esperanzas y cálculos en una estrategia exógena, en lo que la comunidad internacional haga para que seamos libres.

Debemos aceptar, que si bien es cierto, Estados Unidos, de cuyo pueblo y gobierno somos amigos,  sigue siendo la potencia militar en el mundo, ha venido perdiendo influencia política y económica en otras regiones del mundo. Tiene más  desafíos internacionales de importancia estratégica y problemas domésticos que consumen su energía y su tiempo.

Actualmente existen guerras y focos de tensiones en diferentes regiones del Globo que no permiten o no permitirán que la comunidad internacional sea suficiente para lograr los cambios que anhelamos. O asumimos en nuestras propias manos nuestro destino y nuestra lucha, o busquemos una hamaca para esperar acostados, que sea desde afuera que se logre el triunfo de la libertad sobre la esclavitud marxista. China viene avanzando con éxitos en su guerra comercial, Rusia ha pasado a reclamar con su poderío nuclear un nuevo reparto del mundo, extendiendo sus tentáculos a varios países africanos, latinoamericanos,  e imponiendo la reinstauración del viejo imperio ruso con su invasión a Ucrania. Corea del Norte abandona el armisticio. Taiwán agoniza ante las fauces chinas que ya dijeron que lo van a engullir en cualquier momento. El medio oriente con el conflicto  Israel – Palestina y el peligro inminente de su generalización. En fin anochecemos cada día con  el peligro de la Tercera Guerra Mundial ante  los ojos del planeta.

Este fin de semana, una vez más el pueblo cubano se lanzó a las calles en Santiago de Cuba y a lo largo de la Isla. El régimen cubano los está matando de hambre. Y otra vez más el poder represivo del ejército, policía e inteligencia cubana sofoca las protestas ante la mirada impasible del gobierno de Joe Biden.

Si no han podido resolver a Cuba, a noventa millas de Miami, que se descascara, se cae a pedazos, y su pueblo está listo para dar la batalla final, menos que resuelvan lo de Venezuela y Nicaragua.

Ortega lo sabe. Los políticos opositores lo saben. Pero continúan sembrando esperanzas que es posible una salida negociada con el Dictador Ortega, porque solo les interesa asegurar acceder al poder tras la caída del Tirano. No están pensando seriamente en construir una democracia real y efectiva. Consolidar una paz que nos permita abandonar la indigencia internacional y con el sudor de nuestras frentes sacar a Nicaragua del subdesarrollo y del atraso secular.

Basta ya de politiquerías. Es la hora de la Patria. Es la hora de los que aman a Nicaragua. Es la hora de luchar por la libertad.

Y hace tiempo que es la hora de liberar a Cuba, porque Cuba es la perla que se ha perdido en el mar.

Viva Cuba Libre.

Viva Nicaragua Libre.

San José 20 de marzo 2024

Dr. Danilo Martínez.

Coordinador General del MUD.