El régimen de Daniel Ortega a través del Ministerio de Gobernación (MIGOB), aprobó este martes la “disolución voluntaria” de las organizaciones católicas Caritas de Jinotega y Caritas de Nicaragua.
Según el acuerdo ministerial 29-2023 publico en La Gaceta, diario oficial de Nicaragua, la ministra del MIGOB, María Amelia Coronel “acuerda por disolución voluntaria de miembros, aprobar la cancelación de personalidad jurídica de la Asociación Caritas Diocesana de Jinotega (Caritas Jinotega)”.
La publicación asegura que el 20 de diciembre de 2022, miembros de Caritas de Jinotega “acordaron la disolución y liquidación de dicho organismo, por decisión unánime de sus miembros”.
En otro acuerdo ministerial (30-2023), la ministra del MIGOB también acordó “por disolución voluntaria de miembros, aprobar la cancelación de personalidad jurídica de Caritas de Nicaragua”.
Según el texto, los miembros de Caritas de Nicaragua aprobaron el 31 de enero de este año “la disolución y liquidación” de dicho organismo.
Cabe señalar que el régimen no ordenó la confiscación de los bienes inmuebles de ambas instituciones caritativas.
MIGOB NEGÓ AVAL A CARITAS DE JINOTEGA
Según una nota periodística de Voces en Libertad, publicada a principios de febrero pasado, el cierre de Caritas de Jonotega “era una muerte anunciada”, ya que para finales del año 2022, la institución cerraba con “saldos rojos” debido a que el MIGOB, les negó el aval para recibir apoyo de organismos donantes.
Caritas de Jinotega, anunció su cierre el 3 de febrero, según una fuente cercana a esa fundación católica.
La fuente confirmó que la administración de Cáritas de este departamento, decidió entregar la carta de cierre a la entidad reguladora del régimen Ortega-Murillo una semana antes, porque “ya no hay esperanzas de sobrevivir”.
El régimen condicionó a la iglesia Católica de este departamento a no emitir opiniones “políticas” para que esta conserve los edificios donde funcionaba Cáritas y los vehículos propiedad de esta fundación, según la fuente.
Caritas de Jinotega apoyaba al hogar de ancianos San Vicente de Paúl, que actualmente alberga a 53 ancianos que no tienen donde vivir. También ayudaba con bancos de alimentos para los pobres, solventaban los costos de viajes al médico de personas con enfermedades terminales, regalaban muletas y prótesis a personas que lo necesitaban, proveía medicamentos a bajos costos en coordinación con el Instituto Juan XXIII y otras obras de caridad que la población solicitara.
Cáritas de Jinotega también tenía un banco de semillas para ayudar a la producción de granos básicos en las comunidades, además ejecutaba un plan de desarrollo de agua y saneamiento y proveía créditos con intereses accesibles.
Con el cierre definitivo, unas 500 personas quedan a deriva con los proyectos que esta asociación desarrollaba con organismos donantes, pues ellos capacitaban a grupos de mujeres para que emprendieran pequeños negocios, como venta de pan, costura, aves de corral, entre otros.