El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) reportó este lunes al menos cuatro sismos y un nuevo hundimiento en el volcán Masaya, uno de los más activos del mundo, que se encuentra en actividad eruptiva desde diciembre de 2015.
Según el monitoreo del INETER los cuatro sismos fueron entre de 2.0 y 2.4 de magnitud.
Por su lado, la vicedictadora Rosario Murillo indicó —citando un informe del INETER—que hubo pequeñas explosiones de gases, cenizas, arenas, y rocas en el volcán Masaya; pero que “no representará peligro a la población en general”.
“Se muestra que el lago de lava se mantiene cubierto con arena, cenizas y rocas. Una ligera salida de gases y un nuevo hundimiento de la pared suroeste, donde también hay una salida de gases”, declaró Murillo.
“Queremos decirles que hay probabilidades de exhalaciones en pequeñas explosiones de gases, cenizas, arenas, y rocas. En general, los indicadores del volcán Masaya son de calma relativa y, por lo tanto, no hay peligro para la población en general”, añadió.
En febrero pasado el INETER recomendó disminuir el tiempo de permanencia y el número de personas en el mirador número 1 de la ‘Plaza Oviedo’ del volcán Masaya. Sin embargo, días después hubo un derrumbe que tapó el lago de lava.
El lago de lava, apodado ‘La boca del infierno’, hierve a más de 1.093,3 grados Celsius. El volcán Masaya emite más de 330.000 toneladas de dióxido de carbono cada año.
El volcán Masaya está situado en el Parque Nacional del mismo nombre, que está rodeado por un bosque tropical seco que crece entre las rocas porosas de antiguas erupciones.
Según estadísticas oficiales, unos 140.000 turistas visitan cada año el Parque Nacional Volcán Masaya, cuyo principal atractivo es llegar al borde del cráter activo.
Desde 1520 se ha registrado al menos 18 diferentes actividades en Masaya, incluidas erupciones volcánicas en 1772 y 1820, de acuerdo con la información oficial.