El Ing. Roberto Samcam, mayor en retiro del Ejército, calificó de “desafortunada” la homilía del pasado domingo 14 de abril del sacerdote nicaragüense Uriel Vallejos quien afirmó que “por el error de esa falsa oposición tuvimos a obispos encarcelados” en Nicaragua.
“Me pareció desafortunada, totalmente; más bien pareció un discurso inspirado en Santiago Aburto, que una homilía que busca la unidad de la oposición. Lo único que le faltó fue mencionar a Monteverde como el origen de todos los males”, dijo Samcam en entrevista con La Mesa Redonda.
HOMILÍA DEL PADRE VALLEJOS
El sacerdote nicaragüense Uriel Vallejos criticó este domingo la “ambición” y el “egoísmo” de los dirigentes opositores de Nicaragua, que en los seis años de crisis que lleva Nicaragua no se han puesto de acuerdo en la unidad, y los acusó de “vivir del dolor ajeno”.
Reprochó a los “pseudopolíticos” opositores que viajan “a lo largo y ancho del planeta” con “discursos banales” en nombre de los nicaragüenses, y cargó contra aquellos políticos que acusan a los obispos, sacerdotes y religiosos de estar callados y con miedo ante el régimen de Daniel Ortega.
“Es triste saber que hay entre nosotros opositores, gente que carga sobre sí la complicidad de crímenes pasados, que son coautores de confiscaciones en la época perdida de los 80, que fueron parte del coro vociferante que irrumpió e irrespetó a San Juan Pablo II que hoy desde el cielo interceda por nuestra patria Nicaragua: y que hoy en lugar de llorar como Pedro y pedir perdón, siguen azuzando al desorden, se mueven hábilmente utilizando contexto e influencia para ejercer posiciones a su favor, para jalar agua su propio molino, como una jauría de mastines se creen con el derecho de desgarrar la túnica de la pobre patria crucificada”, dijo el religioso.
Vallejos abogó por una “sincera unidad” y que “los Judas busquen su lugar después de recibir sus 30 monedas y que dejen de ser motivo de controversias”.
“DIVIDIÓ A LA OPOSICIÓN EN PARCELAS: LOS BUENOS Y LOS MALOS”
Samcam comentó que el religioso “dividió a la oposición en parcelas”. “La parcela de los buenos, los que no reciben plata, los que no tienen ONG, los que no viajan; y los malos, los que estuvimos en la revolución, los MRS, los que viajan, los que tienen fundaciones y ONG, los que reciben plata”, comentó.
A juicio de Samcam, al sacerdote “le faltó mencionar a otros actores de la historia” como a “los somocistas, a la Guardia Nacional, a los liberales pactistas de Arnoldo Alemán, a los Contra que también mataron, a los conservadores descendientes de Adolfo Díaz vende patrias, a los Juventud Sandinista de ayer que estaban orondos ahí en la iglesia golpeándose el pecho, a los religiosos que nombraron príncipe de la iglesia a Anastasio Somoza García, para ser honesto en parcelar a los distintos grupos a través de la historia, a los que apoyaban al cardenal Obando y su alianza contra natura con Daniel Ortega”.
Para Samcam “ese discurso no fue gratuito”, y criticó a personajes que estuvieron presentes en la actividad religiosa “agraviando el púlpito”, que según él, tienen “17 acusaciones de violencia política”, que antes “se autonombran ateos” y ahora estaban “con pañuelitos amarillos que casi estaban ahorcándoles el pescuezo”.
“Lamentablemente una parte de la homilía que fue casi un discurso, era como el lanzamiento de la nueva organización que se creó en Miami, otra sopa de letra; en lugar de una homilía que realmente busque la unidad de la de la oposición”, criticó el mayor en retiro.
“EL CULPABLE SE LLAMA DANIEL ORTEGA Y ROSARIO MURILLO”
El mayor en retiro rechazó que la oposición sea la culpable de la represión de la Iglesia de Nicaragua. “Eso es falso, el culpable se llama Daniel Ortega y Rosario Murillo. No es la oposición, la oposición también ha sufrido la persecución que ha sufrido la Iglesia”, sostuvo.
Samcam, quien se declaró “desilusionado” por la homilía, recalcó que “la Iglesia debe ser una amigable componedora, debe ser inspiradora, debe ser un lugar que proponga que todas estas fuerzas converjan y no sectorizar, no parcializar porque definitivamente eso no es una labor ni profética, ni es una labor propia de la Iglesia”.