El dictador Daniel Ortega, aseguró este jueves que fue su mujer Rosario Murillo quien ideó el destierro de los 222 presos políticos que hoy fueron excarcelados y luego enviados en un avión privado a Washington, Estados Unidos.
Ortega que tildó la excarcelación y destierro de los presos políticos como “un hecho sorprendente”, relató que el pasado 7 de febrero, Murillo se comunicó con el embajador Kevin Sullivan, para decirle que se llevara con él a Estados Unidos a todos los presos políticos, pues sabían que el diplomático viajaría a su país en los próximos días.
“Fue antier, estaba por salir el embajador hacia los Estados Unidos, entonces me dice Rosario ‘¿y por qué no le decimos al embajador que se llevan ya a todos estos terroristas?’, decile vos le digo yo, tal vez lo escuchan allá”, contó Ortega.
“Rosario llamó al embajador y le planteó (la idea), y yo no esperaba una respuesta positiva, además que se han de haber imaginado ellos ‘qué nos irán a pedir, nos pedirán que les levantemos las sanciones’, no. No estamos pidiendo que nos levanten las sanciones, no estamos pidiendo nada a cambio. Que se lleven a sus mercenarios”, continuó Ortega.
El dictador dijo que la respuesta del embajador fue que “iba a consultar con sus autoridades superiores”.
“Y luego vino caminando esto con una velocidad vertiginosa. Preguntan a cuántos vamos a soltar, a todos. Y nos preguntan en particular por una sola persona: ‘y también a Álvarez’, al obispo, también. No queremos que no quede ningún rastro de los que son mercenarios del imperio aquí en nuestro país”, sostuvo Ortega.
El dictador aseguró que “no se trataba de negociar nada… Sabemos lo que es el pensamiento de toda esta gente y que al final de cuentas son víctimas de la política imperialista, los utilizan, los financian, los arman, luego los mandan a destruir la paz y la estabilidad de un país”.
Ortega aseguró que el gobierno estadounidense les pidió una lista de todos los presos políticos que serían excarcelados. “Ellos respondieron que estaban dispuestos a llevárselos a todos en un solo vuelo, nos dieron fecha, el día 9 estaría entrando el avión a Managua”.
“Cumplieron ellos y cumplimos nosotros (…) Aquí no ha habido ninguna negociación, porque la soberanía del país, la dignidad de la patria no se negocia”, insistió el dictador.
EEUU RECHAZÓ A 4 PERSONAS
Ortega afirmó que la lista original de presos era de 228 personas, pero que Estados Unidos rechazó a cuatro y dos no aceptaron subirse al avión.
“En esta lista original iban en total 228. No excluimos a nadie. En esta lista en el número 92 (aparece) Rolando José Álvarez Lagos, no se le excluyó de la lista, allí iba. Ellos recibieron esta lista y nos responden que ellos no aceptan a cuatro prisioneros”, aseveró.
Los rechazados por el gobierno estadounidense fueron: Eliseo Castro Baltodano, de quien Ortega contó que fue deportado de Estados Unidos en 2006, luego de estar detenido por más de 8 años por “agresiones contra mujeres”; Walner Ruiz Rivera, José Manuel Urbina Lara y Jaime Navarrete Blandón.
“No los quieren, no los quieren, que mal te paga quien te usó, quien decía que te quería, quien te financiaba, no los quisieron”, subrayó Ortega.
DOS NO ACEPTARON IRSE
El dictador sostuvo que para el traslado de los presos políticos hubo un operativo en coordinación con la Policía y el Ejército. Pero que dos personas no aceptaron irse a Estados Unidos: Fanor Alejandro Ramos y el obispo Rolando Álvarez.
“Hubieron (sic) dos que se negaron a subir las gradas del avión, uno de ellos Fanor Alejandro Ramos, ¿por qué no aceptó? Seguramente tuvo temor que ya estando en Estados Unidos y con ese record le abrieran procesos, lo investigaran y terminara con cadena perpetua, o en la silla eléctrica o con la pena de muerte. Él prefirió no montarse en el avión”, refirió Ortega, quien acusó al hombre de narcotráfico.
“Vamos a hablar del personaje Álvarez, él estaba haciendo la fila, llega a las gradas del avión y empieza a decir que él no se va, que primero tendría que reunirse con los obispos y exige una reunión con los obispos, cosa absurda, si lo que hay es una decisión del Estado nicaragüense, que no la puede cuestionar”, reprochó el dictador.
“Yo no sé qué piensa este señor (Álvarez), que frente a una decisión del Estado nicaragüense, él dice que no acata, una resolución de un Tribunal de Justicia del Estado que lo está mandando a irse de país”, continuó.
Aseguró que no podían subir a la fuerza al obispo Álvarez, debido a que parte del acuerdo con las autoridades de Estados Unidos era que los prisioneros nicaragüenses tenían que subir por su voluntad.
OBISPO ÁLVAREZ FUE TRASLADADO A LA MODELO
“El señor obispo no quiso y a él se le ha tratado de una manera increíble, como a ninguno en este país. Bueno, ahora está en la cárcel Modelo. Si él es un hombre común y corriente. El hábito no hace al monje”, apostilló Ortega.
El dictador acusó al religioso de un “comportamiento de soberbia de quien se considera ya el jefe de la Iglesia (católica) de Nicaragua, el líder de la Iglesia latinoamericana y que debe incluso pensar en ocupar el cargo de su santidad el Papa”.
“Está desquiciado, pero bueno, eso ya lo deberán determinarlo las autoridades judiciales y las autoridades médicas que tendrán también que atenderlo, porque ahora que llegó a La Modelo, llegó que era un energúmeno. No acepta que lo metan en una celda donde hay centenares de presos”, anotó.
Ortega indicó que el obispo Álvarez pudo irse a Miami a “despotricar con (monseñor Silvio) Báez y compañía. Él lo decidió, allí está guardando prisión”.
El dictador argumentó que la expulsión de los presos políticos es “para asegurar la paz”.