Nacionales · 15/01/2021

Suyén Barahona: Había un rechazo muy grande al término “sandinista”

Suyén Barahona, presidenta nacional de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), antes Movimiento Renovador Sandinista (MRS), expresó que el cambio de nombre y emblema en su partido refuerza su política de renovación y de cambio que busca no asociarse con el “sandinismo” del dictador Daniel Ortega

En entrevista con La Mesa Redonda explicó que el cambio de nombre y emblema forman parte de la democracia política que “tiene que estar íntimamente vinculada con la democracia económica y social”, tomando en cuenta los sucesos de abril del 2018.

Unión Democrática Renovadora (Unamos), es el nuevo nombre del Movimiento Renovador Sandinista (MRS)

“No solo hemos tomado decisiones respecto a nuestra identidad, sino también con respecto a nuestro programa ‘Construyendo esperanzas’ que fue aprobado inicialmente en el 2017, pero que a raíz de los daños profundos que ha sufrido el país desde abril de 2018, desde la insurrección de abril que nos ha cambiado la vida a todos y que también ha conllevado una brutal represión en contra de la ciudadanía, pues consideramos que era importante también escuchar esas voces de abril, escuchar esas demandas que han surgido de cambios y es lo que se ha visto reflejado en esta convención”, declaró Barahona.

El MRS fundado en 1995, venía discutiendo desde el año pasado, como una demanda de la mayoría de los miembros el cambio de nombre y emblemas para tomar distancia del “sandinismo”.

Barahona expresó que ha 25 años de la fundación del MRS es un partido “diferente”, con generaciones de jóvenes que no vienen del sandinismo y que no han participado en otro partido político. “Somos múltiples generaciones, mucho no identificados con el término ´sandinista’, sino, que nos convocaba este partido por la lucha que ha librado por la democracia, por la justicia social, por lograr progreso, desarrollo y demás. También había un segmento de la membresía que planteaba que ya no había una diferenciación entre sandinismo y orteguismo y que había un rechazo muy grande al término asociado a los crímenes cometidos por Ortega”, explicó.

DISOLUCIÓN DEL EJÉRCITO Y REFUNDACIÓN DE LA POLICÍA

Además, el ahora Unamos definirá su posición sobre temas sociales, ambientales, pobreza, equidad, democracia y justicia, así como la disolución del Ejército y refundación de la Policía, ambas instituciones consideradas como los brazos represores del régimen Ortega-Murillo.

“Nicaragua es un país muy pobre que no necesita un Ejército para defender su soberanía y ‘consolidar’ la democracia. Por el contrario, ese presupuesto puede y debe ser utilizado para mejorar las condiciones de vida de los pobres y acelerar el progreso económico y social” del país, expuso Barahona.

“El MRS impulsará la realización de una consulta popular que sea de cumplimiento obligatorio sobre la permanencia o disolución del Ejército, para que sea el pueblo de Nicaragua el que decida”, apuntó.

En el caso de la Policía han planteado la “disolución y refundación” de dicha institución. “En el caso de la Policía quienes han cometido crímenes, que han estado al servicio de la represión política, tienen que ser separados de sus cargos y debe de haber justicia y castigo de acuerdo a las leyes del país”, indicó Barahona.

La política comentó que apuestan a que en un nuevo gobierno democrático haya una Policía profesional, apegada a la ley y apartidaria.

APUESTA POR UNA “GRAN ALIANZA” OPOSITORA

Por otro lado, Barahona hizo referencia a las declaraciones que hiciera el pasado 13 de enero la presidenta del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) Kitty Monterrey, quien aseguró que la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) de la que Unamos forma parte, “no existe”.

“No es coherente lanzar un llamado a la unidad, descalificando a otros, desconociendo que existen otros. Aquí estamos y nosotros sí reconocemos a nuestros colegas y compañeros de lucha en la Unidad Nacional que es muy diversa”, dijo Barahona.

La política señaló que desde Unamos apuestan por una “gran alianza”, aunque “no nos gustemos”, puesto que el principal objetivo de todas las organizaciones debe ser sacar del poder al régimen Ortega-Murillo.