Nacionales · 10/02/2021

Analistas destacan mayor aislamiento del régimen de Ortega

La comunidad internacional continúa cercando al dictador Daniel Ortega para que permita una salida a la crisis social que vive Nicaragua desde 2018 y encare un proceso electoral imparcial y democrático.

Declaraciones públicas del gobierno de Estados Unidos y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos han puesto nuevamente el tema en consideración.

Defensores de los derechos humanos en Nicaragua resaltaron que se trata de recordar nuevamente que Ortega ha incumplido las 14 recomendaciones emitidas por este organismo de la ONU y a ello se añaden recientes declaraciones del Departamento de Estado de Estados Unidos instando a Ortega a cambiar el rumbo por el que lleva al país.

La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), Vilma Núñez, dijo a la Voz de América que ambas declaraciones muestran el creciente aislamiento del régimen orteguista ante la comunidad internacional.

“Todo apunta en la misma línea. Se le está cerrando el cerco a Daniel Ortega. Ya es un gobierno aislado, un gobierno sin credibilidad. Yo pienso que si tuviera dos dedos de frente él debería aprovechar esta oportunidad, no solamente es una presión sino también una oportunidad que se presenta, pero él no lo va a hacer, ni soñando”, declaró Núñez.

Por su parte, el analista Bosco Matamoros considera que Ortega colocó a Nicaragua en la línea de “colisión” con Estados Unidos y la Unión Europea por arremeter contra las organizaciones de la sociedad civil a través de la denominada Ley de Agentes Extranjeros, también conocida como “Ley Putin”̈.

“No caben en el mundo del siglo XXI, se necesitan resultados, se necesita respetar la ley, se necesitan respetar los acuerdos internacionales y parece que el gobierno del presidente Ortega no se ha dado cuenta de eso”, dijo Matamoros.

“Necesitamos estar en el mundo democrático. Nosotros no somos un producto al estilo Corea del Norte”, agregó.

También las declaraciones del gobierno de Estados Unidos disiparon las dudas y esperanzas de la cúpula del poder en Nicaragua de que la nueva administración del presidente Joe Biden aliviaría las presiones.