La dictadura de Daniel Ortega otorgó “privilegios e inmunidades” a la delegación de rusos que capacitarán a policías en Nicaragua en el marco del “Acuerdo entre el Gobierno de Nicaragua y el Gobierno de Rusia, sobre cooperación en el ámbito de recapacitación y superación profesional en la esfera de la actividad policial”.
El martes 2 de abril, fue publicado en La Gaceta, diario oficial de Nicaragua, el acuerdo entre la dictadura de Ortega y Rusia sobre capacitación policial, que establece que la parte rusa tendrá privilegios e inmunidades que van desde la exoneración de impuestos, la no confiscación de sus bienes en el país y la inmunidad a excepción de demandas por accidentes de tráfico.
El acuerdo establece la construcción de un centro que tendrá su propia personalidad jurídica nicaragüense. “La actividad del centro de instrucción no estará sujeta a licencias en la República de Nicaragua”, establece el artículo 4.
Propiedades de Rusia en Nicaragua no serán confiscadas
El centro realizará su actividad bajo la dirección general del jefe de la representación diplomática de la Federación de Rusia en la República de Nicaragua y sus edificios, estructuras e instalaciones nuevos construidos “serán propiedad de la Federación de Rusia”.
“En caso de terminación de este Acuerdo: los bienes del centro de instrucción se quedarán propiedad de la Federación de Rusia asimismo que se conservarán por completo los derechos de la Federación de Rusia a los objetos inmobiliarios”, dice el acuerdo.
Es decir, la dictadura no podrá confiscar las propiedades a Rusia, a como sí lo ha hecho con otros edificios, por ejemplo la embajada de Taiwán y la sede que ocupaba en Managua la OEA. Sin olvidar los bienes de las ONG que ha ilegalizado.
Rusos exentos de impuestos
Además, estarán eximidos del pago de los “servicios públicos” y de “los impuestos sobre los salarios y sobre otras remuneraciones pagados por el centro de instrucción”.
Tendrán derecho a importación de un medio de transporte, muebles, objetos de uso doméstico y otros efectos personales sin pagar los derechos aduaneros, impuestos y tarifas en el curso del viaje de trabajo.
El artículo 11 del acuerdo indica que “los objetos inmobiliarios así como los trabajos (servicios) que se realizan (se prestan) por la Parte Rusa en el territorio de la República de Nicaragua de conformidad con este Acuerdo se eximirán de la imposición de impuestos y tasas en la República de Nicaragua”.
“La Parte Rusa se eximirá del cobro de todos tipos de impuestos, pagos aduaneros, impuestos y otros cobros establecidos por la legislación de la República de Nicaragua en la compra de mercancías (materiales y equipos), incluyendo la documentación científica, técnica, de reporte y otra documentación, en la producción de trabajos y la prestación de servicios relacionados a su actividad en el marco de la realización de este Acuerdo”, agrega.
Rusos tendrán inmunidad
El artículo 12 dice que la parte rusa “no serán responsables criminalmente, civilmente y administrativamente” ante las leyes nicaragüenses, “de lo dicho o escrito por ellas y de todas las acciones que realicen en el cumplimiento de sus funciones”.
Esto, a excepción de las demandas para “compensar” el daño en relación a accidentes de tráfico o por daños a la “salud y la vida de las personas físicas”.
El personal ruso estará también exento de “dar testimonios a las autoridades de la República de Nicaragua sobre cuestiones relacionadas con el cumplimiento de sus funciones”.
El acuerdo entre la dictadura de Ortega y Rusia fue firmado en Managua el 28 de febrero pasado por Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia.
Posteriormente, el orteguismo en la Asamblea Nacional loa aprobaron el jueves 21 de marzo. Y el martes 2 de abril, fue publicado en La Gaceta, diario oficial de Nicaragua.
El acuerdo tendrá una duración de 10 años y “tiene como objetivo la capacitación de miembros de la Policía Nacional, en relación a la organización y participación de seminarios, entrenamientos dirigidos a la lucha contra el delito y el mantenimiento del orden y seguridad pública”, señala el documento.
El acuerdo señala que las tareas principales del centro de instrucción serán: educación del personal de los organismos policiales de los Estados extranjeros, organización y realización de reuniones, seminarios, entrenamientos, conferencias y otros acontecimientos educativos y científicos en la esfera de la actividad policial; entre otros.