Destacados / Nacionales · 04/04/2024

Se cumplen 70 años de la primera “rebelión de abril”, esta fue contra el dictador Somoza

Hoy 4 de abril de 2024 se cumplen 70 años de la primera “rebelión de abril”, ocurrida el 4 de abril de 1954 contra el dictador Anastasio Somoza García, y que tuvo como fin “ajusticiar” al tirano de Nicaragua en aquella época. Sin embargo, el plan falló.

Según el portal Socialista Centroamericano, la lucha contra la dictadura somocista estuvo plagada de fracasados intentos de lucha, que costaron la vida a muchos de sus participantes.

Y es que el 4 de abril de 1954, un grupo de nicaragüenses intentó asesinar a Anastasio Somoza García, pero el plan fracasó, entre otros factores, por la amplitud de fuerzas e individuos que participaron en los detalles de la misma. Era tan amplia que el aparato de seguridad del somocismo terminó detectando a los rebeldes.

En la rebelión participaron dirigentes del ala anti somocista del Partido Conservador, liberales independientes, oficiales disidentes de la Guardia Nacional, miembros de la Unión Nacional de Acción Popular (UNAP), incluso participaron miembros de la Legión del Caribe (una organización regional que luchaba contra las dictaduras).

Los principales dirigentes de la UNAP fueron jóvenes provenientes del conservatismo como Emilio Álvarez Montalván, Pedro Joaquín Chamorro, Reynaldo Antonio Téfel, Francisco Frixione, Eduardo Rivas Gasteazoro y los hermanos Córdoba Rivas, entre otros. En la UNAP participó Carlos Fonseca Amador, fundador del FSLN, detalla el economista y analista político Enrique Sáenz en un artículo publicado en el 2021.

El propósito de la rebelión era derrocar la dictadura e instaurar un proceso que condujera a establecer la democracia en Nicaragua, dice Sáenz.

Mientras que el escrito del portal Socialista Centroamericano, asegura que el “plan inicial no tenía una meta concreta”, pues “pretendían realizar ataques militares a cuarteles de la Guardia Nacional y Casa Presidencial, y después los rebeldes, no teniendo una retaguardia donde esconderse, se asilarían en algunas embajadas previamente seleccionadas”.

“Ante los tropiezos objetivos que se toparon los rebeldes, el plan inicial fue convirtiéndose rápidamente en una conspiración armada para asesinar al general Anastasio Somoza García. El criterio predominante que existía en esa época era que, desapareciendo el dictador Somoza, la Guardia Nacional volvería a transformarse en ejército al servicio del Estado y no de la familia Somoza”, dice el escrito de Socialista Centroamericano.

El plan era sencillo: Somoza García viajaba cada domingo a descansar a su finca Montelimar, en las afueras de Managua, la emboscada se realizaría a la altura del kilómetro 18 de la carretera Sur, en zona boscosa de las Sierras de Managua. Pero Somoza cambió la ruta.

Los planes de los rebeldes se vinieron al suelo cuando se enteraron que la caravana de Somoza García no pasaba a la hora prevista.

A juicio de Sáenz, la rebelión fracasó por una suma de razones. Primero, el dictador Somoza no pasó por el sitio, pues decidió dirigirse al aeropuerto a recibir unos caballos de raza que le enviaban desde Argentina.

Los movimientos sospechosos y la delación de un traidor destaparon la conspiración y la guardia nacional inició la cacería. Los combatientes fueron masacrados en los cafetales de Carazo. Unos cayeron en combate; otros fueron asesinados después de ser capturados. Otros fueron torturados, procesados y condenados a prisión”, relata el economista.

La primera “rebelión de abril” se dio después de que Somoza se había burlado repetidamente de la voluntad popular y de la buena fe de la gente, manteniéndose en el poder mediante reformas amañadas a la constitución, compra de conciencias, fraudes electorales, pactos, cárcel, destierros, persecuciones y crímenes. Preparaba una nueva reelección y, a la par, alistaba las condiciones para la implantar una dinastía situando a sus hijos en puestos claves: a su hijo mayor, Luis Somoza Debayle, en el congreso nacional, y a su hijo menor, Anastasio Somoza Debayle, como alto oficial de la Guardia Nacional.

Dos años después de sofocar la rebelión de abril a sangre y fuego, Somoza García fue abatido mortalmente por los disparos de Rigoberto López Pérez, cuando celebraba su proclamación como candidato presidencial por su partido.

Para Sáenz “es nuestra obligación rescatar y enaltecer la memoria de todos los nicaragüenses que a lo largo de nuestra historia ofrecieron su vida enarbolando las banderas de la libertad” y  que “si queremos transformar la historia, ante todo debemos conocerla; en este sentido, es preciso conocer las historias de lucha por la democracia y por la libertad en nuestro país”.

Los héroes de abril de 1954 fueron nicaragüenses que lucharon por la democracia y pagaron con la vida sus anhelos de libertad. Todos ellos merecen nuestro homenaje”, concluye su escrito.