Internacionales · 01/04/2020

El drama de Guayaquil. Hay muertos por COVID-19 en las calles

Hay un país en América Latina que siente con más fuerza las consecuencias del coronavirus: Ecuador. Esta nación de poco más de 16 millones de habitantes tiene más de dos mil contagiados. Allí, las cifras mortales ya superan los 90 fallecidos y solo una región, la de Guayas, concentra a más del 70% de los infectados.

Aunque las 24 provincias de la nación tienen casos confirmados, el peor escenario sigue siendo el de Guayas, cuya capital es Guayaquil, dado que, según el último informe, son más de 1.500 casos en esa región y la crisis está a poco de desbordar la capacidad de respuesta de las autoridades.  

Muchos de los residentes en Guayaquil, la segunda ciudad más importante del país, se quejan de la lenta reacción oficial, agravada por las medidas de la estricta cuarentena. Aseguran que las autoridades han fallado en la recolección oportuna no solo de los cuerpos de las víctimas fatales de la pandemia, sino también de quienes han perdido la vida por razones distintas.

Una de las escenas más macabras fue la registrada por varios ciudadanos para la agencia de noticias Reuters. Un hombre colapsó mientras hacia la fila para entrar a una tienda y su cuerpo permaneció horas dentro una bolsa azul. Todavía se desconoce la causa de su muerte e incluso su identidad y solo hasta el 30 de marzo, su cuerpo fue retirado del lugar de los hechos. 

“El objetivo del Gobierno es que cualquiera que muera en estos días en Guayaquil, no solo los que mueran por Covid-19, puedan tener un entierro digno”, dijo el vicepresidente, Otto Sonnenholzner, cuya Administración, también anunció la creación de una fuerza de tarea conjunta para sepultar los cuerpos. 

Jorge Wated, presidente del directorio de Banecuador, la banca pública de desarrollo, agregó que no necesitan fosas comunes, que necesitan entierros dignos, tal como todos quisieran tenerlos. Sobre el panorama de su país, este funcionario afirma que las funerarias no trabajaran con permisos especiales para facilitar así la labor de recolección.

“El cuerpo está cubierto en plástico y toda la casa huele mal”

La situación en Guayas es lúgubre y de alto riesgo sanitario por la ola desbordada de la pandemia. El presidente del Ecuador, Lenín Moreno, anunció que construirá un cementerio para enterrar allí a las víctimas.

El mandatario busca así contrarrestar una de las críticas más fuertes que ha recibido por el problema de la recolección de los cuerpos. La alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, denunció -en un video que se hizo viral- que no estaban recogiendo los cadáveres, sino que “los dejan en las veredas”, contó que caen frente a los hospitales y que nadie los quiere ir a recoger. 

Los testimonios de ecuatorianos denunciando las muertes y las escenas vistas en la ciudad son desgarradoras. Luiggi Ponce, un joven de 22 años que vive en un barrio periférico, cree que la muerte de su tío, un adulto mayor, fue consecuencia del virus.

El cuerpo del hombre sigue en la casa, como documenta Reuters, donde también viven cinco menores y siete adultos mayores. “Él tenía neumonía, tuvo fiebre, no podía respirar, tuvo todos los síntomas. El cuerpo está en plástico y toda la casa huele mal”.

Las imágenes de los medios locales han mostrado escenas similares a las descritas por Ponce. Sebastián Barahona, coordinador de la Federación Nacional de las Casas Fúnebres, explicó que en Guayaquil las muertes se multiplicaron por cinco solo en el mes de marzo.

Expertos consideran que la situación en la capital de Guayas pudo haberse mitigado de una mejor manera. Un especialista de salud pública dijo al diario colombiano El Tiempo que el incremento obedecía a la pobre vigilancia en las primeras semanas de la pandemia: “la mayoría de casos son importados, se nos metieron un montón de pacientes por los aeropuertos, a la gente se le tomaba la temperatura y los mandaban para la casa, cuando debió establecerse un Centro Epidemiológico informativo y vigilado por la autoridad sanitaria”.

En Guayaquil, viven muchas familias que tienen parientes migrantes en España y en otros países europeos. En Ecuador hay estado de excepción, aislamiento domiciliario y se aplica un toque de queda desde las 2 de la tarde hasta las 5 de la mañana. 

Fotos cortesía