Opinión / Ensayos · 15/04/2024

¿Hablamos de Autonomía Universitaria?

Xochilt Montenegro

“…En ese tiempo Carlos Tünnermann era el rector de la UNAN,

yo digo que era la edad de oro de la UNAN, porque aprendimos y disfrutamos

aprendiendo, era un placer, era una alegría; también fregábamos…

¡Qué barbaridad! Yo quisiera que volviera ese espíritu 

a las universidades.”

Michèle Najlis (2010)

Cuando el bachiller Carlos Tünnemann llegó a León a principio de la década del cincuenta para estudiar derecho, el panorama que exhibía la universidad era desolador: con quinientos estudiantes, en el país no había más jóvenes haciendo los estudios superiores pues las universidades de Granada y Managua habían sido cerradas por Somoza García. Sólo se podía estudiar cinco carreras, los profesores debían ser miembros del partido liberal y la dotación de libros de la biblioteca eran de principios de siglo. Los recién llegados pronto se dieron cuenta que era un deber impostergable cambiar la casa de estudios. 

Al comienzo trataron de modernizar las clases llevando bibliografía actual que buscaban en las librerías de Managua (Tünnermann, 2016), pero la complejidad del atraso necesitaba de medidas de mayor envergadura. Entonces, la estrategia cambió y se inclinaron por crear el Sindicato de Estudiantes Universitarios y trabajaron en la redacción del proyecto de Autonomía Universitaria que, en 1958 y por intermediación de Mariano Fiallos Gil, Luis Somoza de Debayle enviaría al Congreso para su aprobación. 

Con la Autonomía Universitaria aprobada la UNAN de León creció en un 50% llegando a tener mil quinientos estudiantes en 1962 en menos de dos años (Ramírez, 1997: 119 y 213), el incremento de sus recintos, escuelas normales e institutos de bachillerato fue significativo (Tünnermann, 2012). A la universidad llegaron muchachas y muchachos de toda Nicaragua, la apertura y los aires de libertad fueron un revulsivo en las conciencias de esa década. En ese contexto surgió la generación de la Autonomía, el Frente Estudiantil Revolucionario y un grupo de intelectuales tan prolijo como el de los autores modernistas de entre siglos. En realidad, el Frente Sandinista es un partido político que nació al calor de la Autonomía Universitaria y paradójicamente, como un postulado teleológico, ahora que ha acabado con ella, todo indica que su final se aproxima: no es tan sólo un asunto de su contradicción endógena analizada con el método hegeliano del avance de la historia, es la negación al anhelo fundamental de la sociedad nicaragüense, la educación de niños, adolescentes y jóvenes.  

CONFISCACIÓN DE UNIVERSIDADES EN SIGLO XIX

Con las confiscaciones de la UPOLI, la UCA y el grupo de 29 pequeñas universidades (Expediente Público https://www.expedientepublico.org/29-universidades-confiscadas-en-nicaragua/), como la UCATSE, la Paulo Freire o la UHISPAM, que tenían presencia en mayor medida en los departamentos, el ciclo de la Autonomía Universitaria en Nicaragua se ha cerrado, en un proceso que comenzó con el desmantelamiento paulatino y constante de los pilares autonómicos de la UNAN de Managua y de León en la década de los noventa, cuando la UNEN comenzó a tejer su red de influencia y corrupción. O quizás el canto de cisne de la Autonomía comenzó cuando, durante la revolución sandinista, se creó el CNES, una etapa en la que mucha gente cedió su autonomía personal en aras de la creación de la Nicaragua de la justicia.  De esta forma, la educación superior nicaragüense ha vuelto al subdesarrollo de la primera mitad del siglo XX.  Fuimos uno de los últimos países latinoamericanos en acogernos a la Autonomía Universitaria que seguía el espíritu de Córdoba y somos el primero en perderla. 

Ese es el horizonte sin expectativas que se vislumbra en las calles de las ciudades de Nicaragua al pasar por los edificios donde otrora funcionaban los centros de estudio: locales cerrados, padeciendo las inclemencias del clima y del deterioro, jardines secos y la hierba alta, vacíos de las risas y del alboroto juvenil. En otros, ondea la bandera de los confiscadores. Todo es destrucción y debacle.

El último capítulo de esta tragedia la están viviendo los estudiantes de la UCA, cerrada, recordemos, acusada de terrorismo a pesar de que las entidades con personerías jurídicas no pueden ser acusadas de delitos atribuidos a las personas. A simple vista, y por el cansancio que mostramos todos ante la impotencia, pareciera que ya nada más se puede argüir en contra de una medida absolutamente ilegal por la falta de un juicio en el que la Fiscalía presentara las pruebas de semejante imputación. Tampoco recordamos cuáles fueron los alegatos para cerrar la UPOLI ni el resto de universidades robadas. La falta de información precisa, el silencio que se apodera de las ciudades y las calles vacías cuando se conoce del último atropello, nos impide tener una visión más clara de todo lo que ha pasado en los últimos dos años con la educación superior nicaragüense. 

En 2022, después de la confiscación de la UPOLI, las autoridades del CNU dijeron que la mantendrían abierta con matrícula gratuita para todos. Después de permanecer varios meses cerrada, finalmente abrió sus puertas, pero no le permitieron la entrada a todos los estudiantes. Entre los que se fueron voluntariamente y a quienes negaron matrícula, la UPOLI perdió una parte sustancial de su estudiantado. Ese patrón se repite con el resto de entidades de educación superior. Desde 2022 la UPOLI no ha realizado ni una promoción de egresados. De hecho, quienes acabaron sus estudios en 2021 no han recibido sus certificados. El golpe final que recibieron los estudiantes de esta casa de estudios fue en octubre de 2023 cuando despidieron a la mayoría del plantel docente, acabando en ese momento con el año académico por falta de profesores.

NO SOS BIENVENIDO A LA CASIMIRO

El cierre de la UCA se produjo a comienzos del segundo semestre, en agosto de 2023. Durante meses no pasó nada en ese campus y muchos sufrían pensando en el deterioro de los equipos y sus jardines, creyendo, quizás ingenuamente, que, de alguna manera, sus instalaciones serían bien aprovechadas de alguna manera. Las matrículas dejaron claro cuál sería el talante de sus nuevos propietarios cuando los padres de familia vivieron en sus carnes el trato que les dispensaban a sus hijos al acudir a pedir sus notas. Como las madres protestaron, tienen denegada la entrada. A la mayoría de los estudiantes de los cursos de tercero y cuarto de las carreras de Humanidades no los aceptaron y la explicación que les dieron fue: “La Casimiro se reserva el derecho de admisión” o “No sos bienvenido/a a la Casimiro”. Nadie sabe exactamente las razones de esas respuestas, aunque algunos estudiantes culpan a la UAM. Pero para entender esa sospecha hay que volver al día de la confiscación.

LA UNIVERSIDAD AMERICANA

A las 5.00 de la mañana del día 17 de agosto, los profesores de la UCA empezaron a recibir mensajes de What’s App de sus alumnos: “Profe, por favor ¿me puede compartir el syllabus de su asignatura? Se me quedó en el Drive del correo UCA y ahora lo perdí.” Quienes acudieron a la Universidad Americana para continuar sus estudios allí debían llevar todos los temarios o syllabus de las materias cursadas a falta de notas oficiales. Como ya es sabido, el día 19 de agosto, quienes ya estaban sentados recibiendo clases fueron sacados de sus aulas con la noticia de que la UAM no los admitía. Después del estupor y el llanto de los chavalos/as, corrió la voz de que lo único que la UAM quería era quedarse con los syllabus de la UCA, a algunos profesores de la UCA les pareció una visión exagerada que no dejaba de provocar ciertas sonrisas. Inmediatamente comenzó a crecer la preocupación por si la UAM enviaba las listas a las autoridades de la Casimiro de quienes les habían solicitado matrícula. Después que la Casimiro se negara a admitir a muchos estudiantes, hay quienes no dejan de volver la mirada acusadora a la universidad del Ejército de Nicaragua. 

LOS PROFES DE LA UNAN

Cuando la Casimiro abre sus puertas, aunque eso es un decir porque siempre están cerradas y funciona bajo el precepto del hermetismo, los docentes de la UNAN Managua son conminados a ofrecerse para ir a impartir clases a la Casimiro. No obstante, la negación fue unánime aduciendo que ellos no comprendían los syllabus de los profesores de la UCA. Aunque tal vez algunos maestros en verdad no comprendieran los programas de las asignaturas, cosa que es bastante dudosa cuando se trata de alguien con un nivel de doctorado, en el fondo subyace la duda de que la gente de la UNAN no estuvo de acuerdo con la confiscación de la universidad jesuita, e igual que el resto del país, su postura evidenciaba el rechazo a la complicidad.    Al parecer, cuando los profesores de la UNAN regresaron de las vacaciones de fin de año de 2023, muchos de los renegados tenían la carta de despido esperándoles en el escritorio.   

SUBIDOS AL BARCO DE LA CASIMIRO

Una vez que empieza el año lectivo en la Casimiro, los estudiantes que no pueden viajar para estudiar en otras universidades jesuitas de la región y que sí han sido admitidos comienzan las clases con la actitud de “a ver qué pasa”. La Casimiro inicia con 2,500 estudiantes, aunque la meta eran 4,000 alumnos. Fuera se han quedado los comunicadores que ya habían defendido el proyecto de final de carrera, que les ha sido desestimado por el contenido crítico, por lo que deben repetirlo, pero como no hay docentes disponibles para que les dirijan la nueva investigación, entonces, no se sabe exactamente cómo queda su situación. Por ello, estos chavalos/as buscan apoyo en los jesuitas y comienzan los trámites para irse a la José Simeón Cañas de El Salvador.

Muchos estudiantes asistieron los dos primeros días y eso fue suficiente para entender que estaban perdiendo su tiempo y se han dado de baja, sin siquiera retirar la matrícula. De acuerdo a lo que cuentan a sus antiguos docentes, los profesores son de la UNEN y o no han acabado las carreras o son absolutamente mediocres. Las historias que recorren los grupos de What’s App parecen cuentos de Pancho Madrigal por lo irrisorias y esperpénticas como la de la profe de las chacras o los de derecho que no se saben los códigos sobre los que pretenden enseñar.  Más allá de que los estudiantes son vigilados por paramilitares todo el tiempo que permanecen en el recinto, que tienen el espacio acotado por donde pueden moverse, que los han ubicado en las aulas que iban a ser derribadas por las antiguas autoridades UCA por el peligro que entrañaban, lo más doloroso es la estafa de la educación que están recibiendo, la falta de rigor académico y la preeminencia del compromiso político de los docentes frente al apego a la ciencia y al compromiso con el propio prestigio profesional. 

Para los docentes de la UCA, de la UPOLI, de la UCATSE, de cualquier universidad confiscada, las cifras tienen rostros y cada individuo tiene una historia distinta de esfuerzo y sacrificio no solo personal sino también familiar. ¿O acaso no llegaban las mamás a hacerse la foto con el diploma de graduado de sus hijos a las letras UCA ubicadas en los jardines? En la Casimiro las clases no son de calidad, pero el relajo sí. Por eso vemos en redes sociales las bailes por el día de Sandino en el Aula Magna. A finales de febrero celebraron a Chávez, quién sabe si por su paso a la inmortalidad o por su nacimiento, tanto da, en marzo está el día de la mujer, a finales está la Semana Santa y ya están eligiendo a las mises del verano y todo se vuelve fiesta y jolgorio en esta interminable y abominable precampaña electoral.. 

Ahora se comentan los planes de quienes manejan los hilos en El Carmen: la Casimiro será una escuela de altos estudios para la gente del partido, algo así como la escuela de cuadros de los años ochenta. Pero aquí recibirán una buena dosis de su propia medicina porque no podrán constituirla. Desde que regresaron al poder en 2007, sistemáticamente se han dedicado a acallar y destruir la inteligentzia del país. Primero fueron los escritores, ensayistas, promotores culturales y finalmente, los docentes universitarios. Solo basta el ejemplo de algunos especialistas en Derecho de la UNAN, que afirman que la jurisprudencia nicaragüense debe cambiar a un “derecho revolucionario basado en las concepciones jurídicas del Comandante”.  Ahora un alumno es un “alugno” y las carreteras en Nicaragua son “carreteras resilientes”.

La reorganización de la Casimiro también es una innovación de quienes se inventan frases como “tesoro humano de la cultura” o “paso a la inmortalidad”. Ya no existen las coordinaciones de carrera sino las áreas de conocimiento y en esa indefinición se mezcla el cebo con la manteca y no se sabe qué aprenden los estudiantes, pues como los cargos son políticos, los ingenieros industriales que no han acabado la carrera son los que dirigen las áreas de lengua, siguiendo el modelo de la UAM, por cierto. La biblioteca funciona, pero ya no hay acceso libre a los libros, hay bastantes títulos que han desaparecido del catálogo y se ha denegado la entrada a la planta que alberga las tesis de final de carrera de los estudiantes UCA. Hay algunos padres que envían a sus hijos a clases pero que pagan cursos en línea para paliar de alaguna manera todas las carencias. Y como se ha quedado sin estudiantes, la Casimiro está ofreciendo matrículas para los hijos de los trabajadores del Estado, tal vez porque cerrar el recinto es volver a pasar por la humillación del rechazo y la desaprobación que los estudiantes de la UCA les hicieron por la confiscación de su Universidad

LA ESPECIALIZACIÓN DE LOS DOCENTES DE LA UAM Y LA UNAN

Muchos todavía creen que la UAM es la universidad que dirigía el Dr. Ernesto Medina, pero en realidad, se equivocan. El despido de docentes en esta casa de estudios revela que se prioriza lo político en detrimento de lo científico: como ya se dijo, el responsable de las áreas básicas es un ingeniero industrial sin titulación. Aunque la UAM y la UNAN presumen de enviar a sus profesores a estudiar maestrías a España, lo cierto es que estos docentes permanecen 4 meses en ese país y después vuelven a ocupar sus puestos de trabajo. La pregunta que planea es ¿qué maestría dura un cuatrimestre? ¿En qué biblioteca leen? ¿En la Salomón de la Selva? ¿Cuál es el contenido de las tesinas de maestría? ¿O son las cincuenta páginas de las tesis doctorales que la UNAN le recibe y aprueba a los adeptos del partido? ¿Es posible que la UAM mantenga la acreditación internacional de Advance después de entregar a la Casimiro el listado de estudiantes que solicitaron el ingreso después del cierre de la UCA? Todos los estudiantes de la UAM son conscientes del deterioro de la educación desde 2018: los estudiantes de su doctorado en educación, por ejemplo, en su mayoría profesores, saben que esas asignaturas no tienen ni pies ni cabeza y se quejan soto voce. Pero no hay nada qué hacer. 

SIN APOSTILLAS

La incapacidad, ineficiencia e ineficacia de las autoridades de la Casimiro es tal que cuando los estudiantes egresados (no se entiende cómo la Casimiro puede dar diplomas a los estudiantes que terminaron sus estudios en la UCA, cuando la Casimiro no existía) van al CNU o a la Cancillería a buscar la autenticación de las notas o las apostillas, les dicen que no se puede porque “esa universidad todavía no está inscrita”.  Cuando eso pasa y el perjudicado sale quejándose delante de una enorme fila de gente que espera ser atendida, el tráfico de mensajes por What’s App colapsa las líneas explicando lo ocurrido. 

LA PRIMERA NOCHE EN LA UCA Y LA CUESTIÓN DEL IHNCA

La primera noche que ese campus estuvo en manos del gobierno Ortega-Murillo llegaron camiones a llevarse computadoras, colecciones de arte, colecciones de máscaras y demás material del IHNCA; las computadoras asignadas a las coordinaciones de carrera, como las Mac de Diseño y Arquitectura, y a las aulas de informática. Seguramente habrá un personal especializado buscando las conexiones de los jóvenes diseñadores y arquitectos con el terrorismo del que fue acusada la universidad. Ramona Rodríguez, presidenta del CNU, dijo en la “reinauguración del museo de la Alfabetización” (https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:143774-reinauguraran-el-museo-de-lacruzada-nacional-de-alfabetizacion-en-launiversidad-casimiro-sotelo), en las instalaciones del antiguo IHNCA, que el pueblo nicaragüense había recuperado dicho museo que había sido secuestrado por la UCA. No obstante, en los recorridos que los estudiantes de la UCA hacían por el IHNCA, y sus instalaciones, nunca vieron el más mínimo vestigio de esa colección, misma que estuvo albergada en las oficinas del Ministerio de Educación desde su creación. Por cierto, cabe aclarar que el nuevo museo de la alfabetización sólo permaneció abierto un día.

Quizás Rodríguez se refería al proyecto de El tren cultural que el IHNCA impulsó en 2006 (Vannini, 2007) y que fue una exposición itinerante de material digital e interactivo que era complementada con presentaciones de cine, música y teatro, evidencia que no hubo piezas físicas en la exhibición. Lo que sí el IHNCA acogió con mucho celo durante más 40 años fue la colección de cintas de cassettes grabadas con testimonios recogidos durante la alfabetización y sobre la que ya había establecido acuerdos institucionales con organismos de cooperación para la digitalización del sonido de las cintas y su posterior procesamiento en una base de datos. Ahora ya se sabe cuál será el destino de ese material, pues fuera de un ambiente climático controlado, ese será un patrimonio perdido.

Toda esta relación de detalles contrasta muchísimo con las exigencias que se les hace a los profesores de secundaria cuando el MINED les prohíbe usar bolígrafo rojo para corregir las tareas y exámenes por el trauma que le supone al estudiante de primaria o secundaria (Divergentes, 2023. https://www.divergentes.com/programa-cero-rojos-educacion-estudiantes-nicaragua/). Y todo el mundo se pregunta ¿qué más trauma que truncarle los proyectos de vida y el futuro a los jóvenes del país? Cabe recordar que la inmensa mayoría de alumnos de las universidades confiscadas no han encontrado opciones para continuar su formación académica y de acuerdo a los expertos pueden haber 35 mil jóvenes fuera del sistema de educación superior (Meza, 2023 https://www.youtube.com/watch?v=v9wTVjRJOco) .

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Mucha gente dice que no se conoce el valor de lo que se tiene hasta que se pierde. Este es el caso de los nicaragüenses y su Autonomía Universitaria. Vivir en Autonomía requiere que el sujeto la asuma su libre albedrío y desarrolle una conducta ética, el imperativo moral que habla Serrano Caldera en su Unidad en la diversidad (1998). Un ejemplo de ello es el Rectorado ejercido por Mariano Fiallos y Carlos Tünnermann, cuando la UNAN vio crecer sus edificios en León y en Managua en base a préstamos de entidades financieras internacionales que se devolvieron al centavo. O como cuando los docentes se preparan a conciencia para ofrecer a sus estudiantes el conocimiento más actualizado, cuando inducen a pensar al alumno tomando como punto de partida la realidad que les rodea. La solidez de la formación universitaria descansa sobre los pilares de una institución educativa comprometida con la ciencia y la calidad de la carrera académica de sus docentes, la que se forja después de cinco años de licenciatura, dos o tres de maestría con una tesina de noventa mil palabras; cinco de doctorado con una tesis de ciento cincuenta mil palabras; dos años de lengua extranjera y para ser tenido en cuenta en el ámbito de la investigación, una veintena de documentos, o papers, publicados. Como en Nicaragua había pocos centros de investigación y todavía menos plazas, la realidad es que quienes se dedicaban a investigar lo hacían por amor al conocimiento y al imperativo ético.    

Cuando vuelva la paz a Nicaragua tendremos muchísimas dificultades para recuperar todo lo que hemos perdido. La reinstauración de la Autonomía Universitaria necesitará del presupuesto suficiente para devolverle lo robado a cada entidad educativa. La recomposición del personal docente, la reorganización de todo el sistema de educación superior, la recomposición de la UNAN Managua y León para acabar con esa cultura de la mediocridad y de la denostación (solo hay que recordar la complicidad de esos profesores que se prestaron a la borradura de expedientes de los estudiantes que habían participado en las protestas de 2018), la recuperación de la brecha educativa de los estudiantes procedentes de la educación media, todo ello será un proceso que llevará más de diez  años (Orozco, 2024 https://confidencial.digital/opinion/por-que-es-urgente-la-accion-politica-en-nicaragua/ ) si la nueva Nicaragua prioriza la reconstrucción económica antes que la educativa. La juventud nicaragüense ha dado suficientes lecciones de dignidad y amor por su país y está pagando un alto precio por ello. Lo justo sería no dejarlos en la estacada. Tal vez sea necesario recordar el valor de la educación en términos de inversión, como hace Svante Pearsson (2014 https://blogs.iadb.org/educacion/es/es-la-educacion-preescolar-el-secreto-para-una-region-mas-prospera/) , del Banco Mundial, quien nos recuerda que la recuperación de la inversión en educación es de un 10%, monto superior incluso a la ganancia que esa inversión obtendría en el mercado de valores. Ponerse de acuerdo, ese es el reto.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS

Ramírez Mercado, Sergio. (1997). Mariano Fiallos. Biografía. León: Editorial Universitaria.

Serrano Caldera, Alejandro. (1998). La unidad en la diversidad. En busca de la nación. Managua: Progreso.

Tünnermann Berheim, Carlos. (2016). Entrevista personal. Managua.

___________. (2012). La Universidad: una búsqueda permanente. 

Vannini, Margarita. (2007). Mesoamérica: Revista del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica. Saratoga: Springs, tomo 28, n° 49. (Jan-Dec). Pp. 136-147