La socióloga Elvira Cuadra afirmó que el dictador Daniel Ortega demostró en su discurso del lunes 8 de noviembre, la “frustración” que siente por el rechazo que el pueblo de Nicaragua le manifestó con el “no voto” y el repudio que decenas de países han declarado contra la farsa electoral y el desconocimiento a él como “Presidente” de Nicaragua.
En entrevista con La Mesa Redonda, Cuadra señaló que es costumbre de Ortega que en sus mensajes en cadena nacional de radio y televisión, aprovechar para “estigmatizar y descalificar” a un conjunto de actores sociales, particularmente los últimos prisioneros políticos que están detenidos desde mayo y acusados de “traición a la patria”.
“Lo que pudimos ver en su última intervención pública fue toda la frustración y el malestar que se le ha acumulado y que le provocó la respuesta de la ciudadanía nicaragüense el 7 de noviembre cuando se quedó todo el mundo en su casa y no participó de esas votaciones fraudulentas que ellos habían orquestado”, dijo Cuadra.
“Es una comparecencia de frustración y un discurso altamente ofensivo que está demostrando precisamente toda esa frustración, y la descarga sobre una retórica ofensiva en contra de aquellos que están en condición de secuestro y que aparecieron en los sondeos de opinión pública como sus verdaderos competidores, si ese proceso electoral hubiese sido justo y transparente”, continuó.
El pasado lunes, Ortega descargó su furia contra los presos políticos del país, a quienes llamó “hijos de perra de los imperialistas yanquis”.
Ortega sugirió que a los líderes opositores encarcelados “se los deberían de llevar para los Estados Unidos”, porque, a su juicio “no son nicaragüenses”.
Para la socióloga, “Ortega se dio cuenta” que ya no cuenta con la popularidad y aceptación con la que contaba en 1990, que existe una erosión de su propia base de apoyo político, pues aumenta el descontento en los trabajadores del Estado que fueron obligados a ir a las urnas, pero que “anularon sus votos poniendo mensajes en las boletas”.
Ortega se está quedando únicamente con la “fuerza bruta”, es decir “la fuerza que representa el Ejército, la Policía y los grupos paramilitares”, indicó.
RECHAZO DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
“El aislamiento de la comunidad internacional, eso es cada día más evidente, lo hemos visto en la gran cantidad de gobiernos latinoamericanos, europeos y del resto del mundo que han rechazado este proceso electoral, no reconociendo sus resultados”, agregó la socióloga.
A ello se suma a decisión de algunos gobiernos de aplicar “medidas de presión económicas mucho más fuertes. Son tres elementos que hacen que el escenario para Ortega no sea bueno”, apuntó.