La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo materializó este lunes el robo de la casa del abogado nicaragüense y defensor de derechos humanos, Gonzalo Carrión, quien en declaraciones a La Mesa Redonda, rechazó el actuar del régimen y los llamó “ladrones y asesinos”.
La Mesa Redonda obtuvo fotografías y videos donde se observa a una cuadrilla de trabajadores haciendo labores de limpieza en la propiedad del abogado Gonzalo Carrión, exactamente en la casa 148, ubicada en Altos de Nejapa, Managua.
Carrión confirmó que es su casa y rechazó el robo de esta.
“Es nuestra casa. Se materializa el asalto, el robo y la invasión a nuestra casa, después de que el 15 de febrero fui –junto a otras 93 personas—incluido en una lista para la infamia por quienes la han ordenado, que es la dictadura y sus cómplice perpetradores”, declaró.
“Esa noticia la recibo con mucha indignación, lo esperábamos, era cuestión de tiempo. Todo lo que hace esta familia Ortega-Murillo para perpetuarse en el poder de forma dinástica, lo hace por la naturaleza que les caracteriza”, reaccionó Carrión, que recordó que la casa en la que actualmente vive Ortega y su familia también es robada.
Cree que su casa le será entregada a “alguien que seguramente no tiene la más mínima vergüenza de ocupar lo que no le pertenece”.
“Para quien vaya a ocupar nuestra casa, le recuerdo que no le costó ni un centavo y que toda la vida van a estar señalados de ocupar lo robado, la sociedad los va a señalar, nuestros vecinos los van a señalar”, aseveró el abogado nicaragüense.
Carrión contó que obtuvo su casa gracias al duro esfuerzo de él, su esposa y sus hijas, la que pagó por 15 años a un banco. “La compramos mediante una deuda que pagamos durante más de 15 años consecutivos. Nos costó mucho esfuerzo, era lo único de valor material que les estaríamos heredando a nuestras hijas, por ahora asaltadas por los criminales de lesa humanidad, que además de asesinos, también son ladrones”.
“La casa que nos roban, nos costó a nosotros, la adquirimos hace 20 años, la pagamos sin ninguna dádiva. Con mucha firmeza rechazo en el nombre de mi familia ese asalto de los asesinos, de los criminales de lesa humanidad y ladrones”, zanjó.
El 15 de febrero pasado, el régimen Ortega-Murillo despojó de la nacionalidad nicaragüense a 94 ciudadanos de Nicaragua, tras acusarlos de “traición a la patria”.
El régimen además ordenó “la inmovilización y el decomiso a favor del Estado de Nicaragua de todos los bienes inmuebles y sociedades, que los procesados tengan inscrita a su favor, ya sea a título personal, o de persona jurídica o sociedades en la que participan como socios, para responder por los delitos cometidos”.