Manuel Orozco, politólogo nicaragüense y director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, criticó la reciente alianza entre las dictaduras de Rusia y Nicaragua para supuestamente “batallar legalmente” las sanciones impuestas por potencias occidentales.
Según Orozco, este acuerdo y colaboración “es un procedimiento lógico dentro del círculo de estados forajidos y autoritarios para crear su propio ecosistema de reglas, relaciones y decisiones”.
Orozco compara esta acción con estrategias utilizadas durante la época de la URSS, donde los países satélites emitían declaraciones contra Estados Unidos u otros estados fuera del bloque socialista.
Sin embargo, señala que en la actualidad, el peso de estas acciones es “limitado”, ya que “las sanciones internacionales están codificadas desde Naciones Unidas y cada país tiene un sistema metódico que permite justificar dentro del marco del derecho internacional por qué un país y un sujeto es objeto de una sanción internacional”.
A diferencia de lo que argumentan las dictaduras, Orozco afirma que las sanciones no son mecanismos arbitrarios, sino que son el resultado de un proceso de toma de decisiones que involucra la “constatación de la transgresión, seguido de su documentación exhaustiva, y acompañado de una determinación del tipo de penalización a seguir”.
El politólogo criticó la acción de la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua y otros países autoritarios, comparándola con una estrategia de distracción similar al uso de una moneda sin valor internacional. Afirma que estas acciones solo generan “ruido” y no causan un impacto real ni justicia.
“Lo que Nicaragua hace, como lo ha hecho Bielorrusia y otros países autoritarios y políticamente primitivos es apoyar una acción que hace ruido y trata de crear distracción. Algo parecido al mecanismo de ACH o compensación con un tipo de moneda sin valor internacional significativo. Estos países se encuentran a la defensiva, y si, hacen ruido en período electoral, pero no hacen daño, y mucho menos justicia”, explicó Orozco a La Mesa Redonda.
En el contexto global, Orozco argumenta que países como Rusia y Nicaragua están en desventaja debido a su baja “reputación internacional”, y que este tipo de medidas de sanciones se utilizan para intentar mejorar su posición, aunque su efectividad sea limitada.
“Este tipo de medida sobre sanciones las usan para reposicionarse. Pero cuando la fruta está podrida, pero no está al lado de otra, no puede arruinar la piña”, concluye.
Lo que declaró la procuradora Wendy Morales
La reacción de Orozco surge por las declaraciones de la procuradora general de Nicaragua, Wendy Morales, sobre un acuerdo entre Rusia y Nicaragua para enfrentar las sanciones occidentales, enfocadas en supuestos abusos contra los ciudadanos y funcionarios públicos de ambos países.
“Tenemos un borrador de un acuerdo en el que estamos trabajando de manera considerable para contrarrestar los abusos por parte de algunas entidades o países que desean apropiarse o utilizar indebidamente ciertas normas para perjudicar los intereses de los ciudadanos o funcionarios públicos de ambos países”, dijo Morales Urbina al medio ruso Sputnik.
Este acuerdo, según sus palabras, pretende frenar de alguna manera las “arbitrariedades” de las sanciones “unilaterales” que, a su juicio, perjudican los “intereses del pueblo nicaragüense”.
“Son sanciones para el pueblo nicaragüense en este caso. El más perjudicado, indudablemente, es e pueblo nicaragüense. Y en ese sentido, la hemos rechazado con total y contundente presencia en todos los foros en los que hemos participado”, añadió Morales.
*Foto cortesía