En una entrevista exclusiva con el mayor en retiro del Ejército de Nicaragua, Roberto Samcam, se profundizó sobre el objetivo y alcances de la base de espionaje ruso ubicada en el Cerro Mokorón, al sur de Managua, cuyo hallazgo fue hecho por el medio Confidencial.

Samcam aseguró que el papel de la base rusa en el cerro Mokorón es para la vigilancia de inteligencia y contrainteligencia interna dentro de las filas del Ejército, y también tiene capacidades avanzadas para controlar y coordinar la información desde las distintas embajadas de Nicaragua.

“Mokorón, ahí es donde habían unos almacenes importantes del Ejército y luego el Ejército se fue apoderando de todo el cerro, era evidente de que iban a aprovechar eso para hacer un nuevo enclave ruso con la particularidad que es diferente a la estación satelital Glonass, porque aquí está la dirección de inteligencia y contra inteligencia (DICIM)”, sostuvo Samcam.

“Esto lo que permite es lo que hace la inteligencia y la contrainteligencia, la vigilancia interna dentro de la filas del Ejército, pero además tiene las condiciones para el control de toda la agentura que está en las distintas embajadas en el mundo. Con esa tecnología evidentemente pueden hacer transmisiones a las distintas embajadas y recibir y enviar información, enviar órdenes”, explicó.

Los equipos de espionaje y la tecnología instalada permiten a los rusos realizar tareas de interceptación y análisis de comunicaciones tanto dentro del país como a nivel internacional. Este control incluye la vigilancia de comunicaciones militares y diplomáticas, y en particular, la monitorización de las propias filas del Ejército para evitar desestabilizaciones internas.

“El tema de la vigilancia electrónica al Ejército, a los oficiales; la principal preocupación de todos estos regímenes es que el Ejército se pueda convertir en un factor de desestabilización y eventual caída del régimen, entonces la mayor vigilancia es sobre sus propias filas, el control de los teléfonos, el control de las llamadas”, señaló el exmilitar.

“El otro tema es sobre las comunicaciones del resto de embajadas, incluso aliadas y que son consideradas como adversarias, efectivamente ese es el trabajo que estos tienen”, añadió.

Según la investigación de Confidencial, los oficiales rusos tienen el control operativo total de la base de Mokorón, mientras que el Ejército nicaragüense proporciona la seguridad y realiza tareas de construcción.

A juicio de Samcam, los rusos responden a Rosario Murillo.

Por otro lado, el experto comentó que la presencia rusa en Mokorón podría generar una sensación de paranoia entre la población, pero que la capacidad para vigilar a toda la ciudadanía es limitada.

“Es muy difícil que tengan la capacidad para hacer una vigilancia total en 7 millones de teléfonos celulares que hay en Nicaragua”, recalcó.

En el contexto de la creciente influencia extranjera en Nicaragua, la base de Mokorón se suma a otras instalaciones estratégicas, como la estación satelital Glonass.

Por ello, Samcam subrayó que es crucial que las autoridades internacionales, especialmente el Comando Sur y otros organismos de inteligencia, investiguen y respondan a estas actividades.

La ley Nica Act de Estados Unidos, por ejemplo, exige informes sobre la actividad rusa en Nicaragua, pero estos informes no parecen estar disponibles públicamente, criticó Samcam.