Destacados / Nacionales · 16/12/2022

“No hay que dejar sufrir en soledad a monseñor Álvarez”, pide sacerdote exiliado

*Por Voces en Libertad

Padre Erick Díaz recuerda cómo el obispo defendió a su patria y ahora el pueblo debe luchar por él  

El padre Erick Díaz considera que no es correcto que monseñor Rolando Álvarez y su diócesis sufran en soledad, por lo cual pidió a la jerarquía de la Iglesia católica a no dejarlo en estado de indefensión, luego de ser acusado por el régimen de Ortega y Murillo del falso delito de “conspiración para cometer menoscabo a la Integridad Nacional” y “divulgación de noticias falsas” a través del control absoluto que mantienen en el poder judicial. 

El padre Díaz se encuentra en el exilio, luego de abandonar su parroquia San José Obrero del municipio de El Tuma-La Dalia de la diócesis de Matagalpa, ante la inminente amenaza de arresto por mantener una voz profética, por las injusticias cometidas por el régimen sandinista. Urbina se vio obligado, luego del arresto de su obispo, a abandonar el país al considerar que podía hacer más, desde afuera que estando encerrado.

Padre Erick Díaz junto al obispo Silvio Báez y el sacerdote Edwing Román

El religioso, de manera enfática señala que sus hermanos sacerdotes y laicos que guardan prisión en las celdas de Auxilio Judicial conocidas como el nuevo “Chipote” quedaron solos, pero resalta que desde el exterior muchos prestan su voz, para ser voz de ellos y de los miles que aún creen y confían en una nueva Nicaragua. 

“Monseñor Álvarez no ha defendido un bien particular, sino un bien común, una causa de las mayorías y un mandato del evangelio que es la dignidad del hombre. Eso es un deber de toda la Iglesia, ahora si él se echó la patria al hombro y defendió al pueblo, ahora al pueblo le toca luchar por él y su diócesis. No dejando que todo termine en silencio”, exalta el religioso. 

El sacerdote recordó que la Iglesia es unidad y todos deben ser parte del cuidado de unos por otros y considera que la diócesis más golpeada de la provincia eclesiástica de Nicaragua en Matagalpa, por ser una diócesis comprometida con las causas sociales.

Es una diócesis que encarnó el rostro sufriente del pobre, el más indefenso de los pisoteados y marginados, este cumplimiento de monseñor Álvarez nos indica que ha hecho lo correcto”, exalta el religioso, que el año pasado se fue a  trabajar junto a sus feligreses a los cortes de café, para recaudar dinero y  reconstruir luego su parroquia y edificar una nueva casa cural. 

No se debe negociar la salida del país de monseñor Álvarez 

En septiembre de este año, el Papa Francisco aseguró que se mantiene un diálogo con el régimen de Ortega, pese a los ataques frontales que mantiene el líder sandinista en contra de la Iglesia católica a la cual catalogó de una “dictadura perfecta”.

Este año también el cardenal Leopoldo Brenes detalló que el diálogo con el régimen de Ortega no debe parar, a pesar que hasta la fecha no existe ningún avance  por el contrario la persecución viene en aumento con los líderes religiosos hasta el punto de no permitir procesiones en varios municipios. 

Al respecto de este diálogo sin frutos visibles, el padre Erick Díaz, sostiene que esas conversaciones deben ser para que monseñor Rolando Álvarez regrese a la diócesis de Matagalpa, para seguir apacentando su rebaño encomendado. 

Monseñor no debe ser negociado para luego ser expulsado, si eso llegara a ocurrir  la verdad sería una callada y mancillada y la iglesia de Nicaragua hablaría lo que los represores quieren escuchar. Eso no es lo que Jesús quiere por el contrario nos dice: que la verdad nos hará libre”, reflexionó el clérigo. 

Conferencia Episcopal de Nicaragua sin pronunciarse 

El pasado 13 de diciembre el régimen de Ortega-Murillo, presentó acusaciones formales en el Complejo Judicial de Managua en  contra del obispo Rolando Álvarez, que  permanecía por casi cuatro meses en arresto domiciliar, luego de  ser sacado con  el uso de la fuerzas policiales de la sede del palacio episcopal de Matagalpa, donde permanecía asediado junto a un grupo de sacerdotes y laicos. 

Hasta la fecha los obispos miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua no se pronuncian sobre las acusaciones que vierten en contra de su hermano en el  episcopado, ni tampoco la sede del Vaticano se refiere a esta grave situación de enjuiciar a uno de sus obispos. 

El 16 de noviembre los obispos emitieron un mensaje de adviento en la víspera de Navidad, donde solo se refieren en el punto número 3 de la carta sobre las preocupaciones sobre el acontecer social, político y económico del país, como la crisis migratoria, sin embargo, no hacen alusión a la situación del obispo de Matagalpa.