Se ha preguntado usted qué pasaría si el dictador Ortega en busca de legitimidad planeara emitir un Decreto Ejecutivo luego de su investidura ilegítima la misma tarde o noche del diez de Enero próximo?
Estarían los opositores y familiares de reos políticos ante un dilema o ante una trampa? Como deberían reaccionar ante esta o cualquier otra jugada parecida que busque a toda costa ganar créditos de legitimidad en vista de desconocimiento internacional de que el régimen, su farsa electoral y sus resultados ya son considerados ilegítimos?
Bueno, algunos de los reos políticos incluso en su momento reclamaron por la acción de los diputados del 2011 cuando a pesar de las protestas por ilegitimidad y fraude decidieron tomar sus curules bajo protesta y en el entendido que esa acción no atribuía legitimidad alguna ni demeritaba los reclamos presentados en su momento.
Ahora Ortega querrá hacer aparecer a los presos políticos, a sus familiares e incluso a sus organizaciones, como aceptando una orden presidencial ejecutiva luego de asumir el mandato ilegítimo a partir de este 10 de Enero 2022, y en consecuencia (según la jugada de la dictadura), reconociendo el nuevo mandato ilegal a ilegítimo del régimen sandinista; sin embargo es importante señalar que al igual que si en un secuestro, los delincuentes deciden liberar o realizar actos mediante los cuales, los secuestrados, sus familiares o las autoridades que señalan la ilegalidad llegasen a aceptar alguna concesión de los delincuentes, eso en ningún momento ni legitima ni legaliza a los secuestradores por consiguiente tampoco al régimen y su ilegitimidad desde el origen y en el ejercicio aún y cuando se haga uso del derecho universal humano a la libertad o a otros derechos fundamentales del ser humano.
Simplemente la libertad otorgada por quienes a fuerza de fusiles la limitan, se retoma por parte de quienes nunca debieron perderla y ello no significará legitimación alguna para el régimen Ortega Murillo.
Aún incluso la ya anunciada jugada del supuesto diálogo nacional a la medida de los dictadores y la presencia allí de algunas organizaciones y personas supuestamente opositores o de sociedad civil y del sector empresarial no significará legitimidad alguna para la dictadura pues en el contexto de secuestro y manipulación en que se realiza sumado al contexto de quienes se prestan a ese juego sucio de Ortega, descalifica de facto cualquier intento por enlodar la demanda y el grito popular nacional e internacional de ilegitimidad que hunde a Ortega ante la comunidad internacional.
Ni aún las pláticas que el mismo Almagro propone realizar después del 10 de Enero cuando ya el dictador se haya coronado de ilegitimidad nuevamente significa ni debe significar para la OEA y para el mundo una acción de reconocimiento en tanto no sean corregidas todas las irregularidades y violaciones cometidas por la dictadura y que pasan necesaria e indispensablemente primero por la salida del poder que ocupan de facto y por las armas, para después restituir poco a poco la institucionalidad democrática destrozada por la pareja dictatorial y sus funcionarios y cómplices.
De manera pues que ninguna afrenta ni rubor siquiera debe haber al hacer uso de la libertad que otorgue el secuestrador ilegítimo pues ninguno de sus actos y jugadas lograrán de fondo tener o lograr la legitimidad que ha perdido ante el pueblo y ante la comunidad internacional.
Dr. Carlos Fernando Carrillo Stern. Exiliado Nicaragüense luchador por la Democracia y la Justicia en Nicaragua.