Opinión / Ensayos · 14/08/2023

Panchito “Oro” y el dólar “congelado”

La robustez económica anunciada por los heraldos de la dictadura, destacando con gran pompa la congelación de la tasa de cambio del dólar frente al córdoba, a partir de enero de 2024, nos recuerda a aquel pequeño personaje, Francisco “Panchito” Mayorga, quien dirigió el Banco Central durante la administración Chamorro, y quien en Junio de 1990, proveniente de la reunión de países donantes en Roma, anunció, mientras acariciaba candorosamente un maletín cercano a su tamaño que, “los dólares están aquí”, afirmando a continuación, “la inflación comenzará a decrecer este mes, y para septiembre veremos el fin de la pesadilla de la inflación y la devaluación”, también anunció que “una vez la economía se estabilice”, el gobierno introducirá el “córdoba oro”, la nueva moneda con paridad igual al dólar.

Todas las medidas y predicciones económicas de la administración Chamorro, a través de Panchito “Oro”, se hundieron en el océano de las mentiras creado por politiqueros, mafiosos y oligarcas criollos, respaldados por los agentes financieros mundiales y regionales, FMI, BM, BID, BCIE. Años después, Panchito “Oro” se convertiría en escudero de Ortega, cuando éste lo nombró como su representante en el BID en 2011, asegurando poco después, que Nicaragua vivía un “milagro económico”, gracias a la gestión del presidente Ortega.

Y es que el “milagro económico” anunciado por Panchito “Oro”, se materializa en el establecimiento de la tasa de deslizamiento del tipo de cambio con respecto al dólar en cero por ciento anual, a partir de enero 2024; de acuerdo con lo expresado por el presidente del Banco Central, Ovidio Reyes, (https://www.bcn.gob.ni/divulgacion-prensa/presidente-del-bcn-aborda-reducci%C3%B3n-de-la-tasa-de-deslizamiento-del-tipo-de), se viven momentos de éxito económico inéditos en la historia económica del país.

Fuera de esa burbuja económica de la que goza la élite mafiosa sandinista, sus asociados del gran capital, y la verdad paralela en la que residen los fanáticos ideologizados; el ciudadano promedio presencia, con todas sus luces, el éxodo masivo de la población en edad productiva hacia el exterior, tirando por la borda los últimos años que nos quedan para beneficiarnos del bono demográfico, el aumento constante y acelerado del costo de los alimentos, el desempleo estructural y la prevalencia del empleo precario e informal, la inestabilidad social y económica que a diario viven los medianos y pequeños empresarios, productores y profesionales independientes, la presión política que soportan los servidores públicos, la represión sistemática dirigida hacia la religión católica, y en general un estado policiaco que vigila cada paso, cada palabra y cada movimiento ciudadano.        

Poco o nada podemos predecir del futuro económico del país, pero basado en experiencias anteriores y sabiendo como opera el actual modelo económico, sólo esperamos, para las grandes mayorías lo contrario de lo anunciado; como antes, la narrativa de la dictadura y de quienes han dirigido la economía desde siempre, está orientada decididamente a beneficiar en grande a una minoría que gozará de las “políticas macroeconómicas e indicadores macro financieros adecuados”, mientras nosotros seguiremos enfrascados en resolver nuestros micro problemas de alimentación, empleo y sobrevivencia en general. Las burocracias de los grandes agentes financieros seguramente preparan sus misiones evaluadoras para dictaminar el efecto pernicioso de las medidas económicas consensuadas con la dictadura. Otro fallido “experimento económico” para publicarse en los textos de economía en los próximos años. Ojalá nos reconocieran al menos, los “derechos de autor”.    

Ezequiel Molina

Agosto 14, 2023