El analista político y exembajador de Nicaragua Edgard Parrales criticó el “doble rasero” del régimen de Daniel Ortega por impulsar una iniciativa de ley en la que ellos mismos –su hubiera independencia de poderes– serían considerados como “Agentes Extranjeros”, por recibir ayuda de países aliados.
En entrevista con La Mesa Redonda, Parrales sostuvo que la iniciativa de ley de Regulación de Agentes Extranjeros, con la que el régimen de Ortega está “reclamando sobre la posibilidad de injerencia externa en la vida nicaragüense” por recibir fondos de gobiernos o entidades extranjeras, es “espuria”, y que es Ortega quien está violando la Constitución Política de Nicaragua “desde adentro”, por lo que no necesita de “la injerencia externa porque ya tenemos la injerencia interna”.
“Tenemos un gobierno espurio, falso, defraudador. Un gobierno violador de la Constitución, de las leyes y de todo, que le está negando a los demás el derecho a participar de la vida pública con el pretexto de que reciben fondos, bienes u objetos de valor que provienen directamente o indirectamente de gobiernos, agencias, fundaciones, sociedades, etc., cuando el mismo gobierno recibe ayuda de exterior”, dijo el analista.
Parrales expuso como ejemplo que, el régimen de Ortega ha recibido camionetas policiales del propio gobierno norteamericano, ha recibido naves que le otorga Estados Unidos a la Fuerza Naval, además de la ayuda de gobiernos extranjeros en materia de medicamentos, “viene ayuda externa de todas partes y esa no la consideran ‘intromisión’, no consideran que son ‘agentes externos’”, reprochó.
A juicio del exdiplomático, el régimen de Ortega quiere impedir que la oposición nicaragüense se organice y tenga apoyo “de fuera”, lo que es legítimo, afirmó.
Por el contrario, “el partido de gobierno tiene apoyo de afuera, tiene apoyo de Cuba, tiene apoyo de Venezuela, tiene apoyo de Rusia, tiene apoyo de China; pero quiere impedir a los otros que reciban apoyo para su lucha, para su acción, para el ejercicio de sus derechos políticos, ahí es donde está el doble rasero, la dualidad y la infamia de este gobierno”, añadió.
Parrales explicó que la razón de ser de toda ley debe ser “el bien común”, pero que al régimen de Ortega lo que le importa con la implementación de esta ley y de otras es su “beneficio propio”.
“Qué pasa cuando una ley se dicta no en bien común, sino en función de otros propósitos que pueden ser propósitos ideológicos, pueden ser propósitos partidarios, pueden ser propósitos de grupos de poder, pueden ser propósitos familiares o relaciones de amistad, etc., la ley se convierte en algo espurio, es decir en un acto bastardo porque se realiza a espaldas y verdadero sentido de la ley”, apuntó.
Mencionó que las razones por las cuales una ley es espuria, son tres por tres razones: por desconocimiento o ignorancia, por error y por perversidad.
“Estas leyes, concretamente la ley de Agentes Extranjeros, que está dictada por un gobierno que no se caracteriza por gobernar para el bien común, sino que gobernar para los intereses y propósitos de un sector de dominación, que es el partido o la familia gobernante, ¿qué es lo que hacen?, falsamente se apoyan en los fundamentos jurídicos y éticos de la ley para justificar sus propósitos que son totalmente abyectas”, agregó.
La ley de Regulación de Agentes Extranjeros podría afectar la actividad de organismos no gubernamentales y medios de comunicación internacionales presentes en el país, propone que debe registrarse como agente extranjero cualquier persona natural o jurídica que reciba fondos o responda a gobiernos o entidades extranjeras.
Quienes sean catalogados como “agentes extranjeros” deberán “abstenerse (…) de intervenir en cuestiones o temas de política interna”.
Al respecto, el experto manifestó: “Esta ley no está buscando el bien común, esta ley es el atrincheramiento del gobierno para buscar cómo fortalecer sus intereses y para buscar cómo bloquear el derecho de los nicaragüenses a organizarse, el derecho a los nicaragüenses a optar a cargos públicos”.