El gobierno de Estados Unidos aseguró este viernes que los cargos presentados por la justicia orteguista en contra del obispo Rolando Álvarez, “son infundados” y una “clara violación a los derechos humanos y al Estado de derecho”.
Ante una consulta de la Voz de América sobre el caso, el Departamento de Estado destacó que en los últimos meses, “el régimen” continuó enviando a la cárcel a sacerdotes y laicos, y ha forzadoel cierre de estaciones de radio católicase incluso ha expulsado a las monjas de las Hermanas de la Caridad de Madre Teresa.
Álvarez, de 56 años y actual obispo de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí, fue remitido a juicio el pasado 10 de enero tras ser acusado de los falsos delitos de conspiración y de propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado.
La jueza Gloria María Saavedra Corrales, quien está a cargo del caso del obispo, mantuvo la medida cautelar de “arresto domiciliar”.
El Departamento de Estado reiteró que Estados Unidos y miembros de la comunidad internacional han tomado medidas para promover la rendición de cuentas por las acciones del régimen de Ortega-Murillo y continuarán haciéndolo.
“Pedimos la liberación inmediata e incondicional del obispo Álvarez y todos los demás presos políticos que han detenido injustamente”, agregó el Departamento de Estado.