Dr. Leonel Arguello Yrigoyen, médico especialista en Epidemiología
El dolor de garganta es una afección común por diversas causas, desde infecciones virales hasta irritantes ambientales. Con un enfoque adecuado para la prevención y el tratamiento, la mayoría de los casos se pueden manejar en casa.
Los malestares son dolor o sensación de picazón en la garganta, que empeora al tragar o hablar, dificultad al tragar, dolor e inflamación de los ganglios en la zona del cuello o la mandíbula, amígdalas rojas e inflamadas, manchas blancas o pus en las amígdalas y voz ronca o apagada. Las infecciones que causan dolor de garganta pueden dar lugar a otros signos y síntomas, entre ellos están la fiebre, tos, resfrío, estornudos, dolores en el cuerpo, dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
El dolor de garganta puede ser causado por infecciones virales, como el resfriado común y la gripe que pueden inflamar la mucosa de la garganta, causando dolor y malestar Infecciones bacterianas, que da dolor severo y que, a diferencia de las infecciones virales, las infecciones bacterianas suelen requerir tratamiento con antibióticos. Alergias al polvo, polen, moho o pelo de mascotas pueden causar inflamación, irritación y dolor. Irritantes Ambientales como la exposición al humo del cigarro, contaminación del aire o productos químicos puede causar irritación y dolor de garganta al igual que el aire seco. El reflujo gastroesofágico donde el ácido estomacal que asciende hacia el esófago puede irritar la garganta, causa dolor y ardor que se acompaña de una sensación de ardor en el pecho. Uso excesivo de la voz, como hablar en voz alta, gritar o cantar durante períodos prolongados puede forzar las cuerdas vocales y causar dolor en la garganta.
Adoptar medidas preventivas puede ayudar a reducir la frecuencia y severidad del dolor de garganta, por ejemplo, mantén una buena higiene, lávate las manos con regularidad y evita tocarte la cara y usa desinfectantes de manos si no puedes lavarte las manos. Hidrátate adecuadamente, bebiendo suficiente agua para mantener la garganta húmeda e hidratada. No compartas vaso o utensilios de para comer. Evita Irritantes, por ejemplo, si eres sensible al humo del cigarro o a otros contaminantes, trata de evitar la exposición. Considera el uso de un humidificador para combatir el aire seco en interiores. Protege tu garganta, usando una bufanda o chal para proteger la garganta de las bajas temperaturas. Controla el reflujo, consultando con un profesional de salud para manejar el reflujo y minimizar su impacto en la garganta.
El tratamiento del dolor de garganta depende de la causa. Existen los remedios caseros como gárgaras con agua salada, consumir miel con té tibio, y utilizar pastillas para la garganta que pueden proporcionar alivio temporal. Medicamentos de venta libre, como analgésicos para ayudar a reducir el dolor y la inflamación. Si se confirma una infección bacteriana como la faringitis estreptocócica, se necesitarán antibióticos recetados por un médico.
Si el dolor de garganta persiste por más de una semana, empeora con el tiempo, o se acompaña de fiebre alta, dificultad para tragar, erupciones en la piel, falta de aliento, no puede abrir la boca, le duele la articulación de la mandíbula o el oído, bulto en el cuello o cara, es importante consultar a un médico para una evaluación adecuada, especialmente si es población infantil, para asegurar una recuperación completa y descartar condiciones más serias.
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