En un esfuerzo conjunto por visibilizar las experiencias de los nicaragüenses que han buscado refugio en terceros países, se llevó a cabo la presentación del informe titulado “Nadie se va porque quiere: Voces de nicaragüenses en el exilio”.

Este informe, fue elaborado gracias a la colaboración de cinco organizaciones comprometidas con la defensa de los derechos humanos y la justicia transicional, con el apoyo del Servicio Judío para el Desarrollo Global (American Jewish World Service).

El informe “Nadie se va porque quiere” es el resultado de un proceso minucioso de recopilación de testimonios y experiencias de nicaragüenses en el exilio desde abril de 2018, tras el estallido social en Nicaragua que desencadenó una ola de persecución y violaciones a los derechos humanos por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Este trabajo fue coordinado por el sociólogo Eduardo González, experto en justicia transicional, quien destacó la importancia de incluir las voces de las diásporas en los procesos de búsqueda de la verdad y la justicia.

El informe se basa en 40 entrevistas a nicaragüenses exiliados, las cuales fueron recogidas mediante un cuestionario diseñado para seguir la trayectoria del exilio, desde las violaciones de derechos humanos en el país de origen hasta la adaptación en el país de acogida. Este enfoque narrativo y secuencial permite comprender el impacto profundo y las secuelas que el exilio ha tenido en la vida de las personas entrevistadas.

Análisis del informe

Durante la presentación, se ofreció un análisis detallado del informe, a cargo de Linda Núñez, parte del equipo de Educación y Memoria del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.

Núñez resaltó que el informe no solo documenta las experiencias de los exiliados, sino que también sirve como un llamado urgente a reconocer y abordar las violaciones de derechos humanos que continúan ocurriendo, tanto en Nicaragua como en el contexto del exilio.

Además, Andrés Sánchez, representante de la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, brindó un análisis de la situación de los desplazados forzados, enfatizando la necesidad de que la comunidad internacional redoble sus esfuerzos para proteger y apoyar a los exiliados nicaragüenses, muchos de los cuales se encuentran en condiciones de extrema vulnerabilidad.

Recomendaciones y próximos pasos

La abogada Alexandra Salazar Rosales, de la Unidad de Defensa Jurídica, presentó las recomendaciones del informe, subrayando la urgencia de adoptar mecanismos legales que ofrezcan protección efectiva a los refugiados nicaragüenses.

Entre las recomendaciones, se destacó la necesidad de garantizar el acceso a servicios básicos como la salud y la educación, así como el reconocimiento de la personalidad jurídica de los exiliados.

El informe también hace un llamado a las organizaciones internacionales y a los gobiernos de los países de acogida a armonizar sus políticas migratorias con los instrumentos internacionales que protegen los derechos de los refugiados, evitando la devolución forzada a Nicaragua.

El evento concluyó con un espacio de diálogo en el que se discutieron las dificultades y retos que enfrentan los exiliados nicaragüenses.  Este informe es un primer paso crucial para visibilizar la realidad del exilio nicaragüense y continuar la lucha por la verdad, la justicia y el derecho de los nicaragüenses a vivir en libertad y dignidad.